Baja California, Michoacán, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas y Distrito Federal son los estados donde más armas se incautan
CIUDAD DE MÉXICO (18/AGO/2010).- El
Ejército y la Policía mexicana han decomisado al crimen organizado, en particular al narcotráfico, 180 mil armas en los últimos tres años y medio, entre ellas varias sofisticadas y mortíferas, fabricadas en Sudáfrica, informó hoy la Secretaría de la Defensa Nacional (
Sedena).
Un lanzagranadas de 40 mm, capaz de disparar hasta seis granadas en 30 segundos, o un lanzaproyectiles desechable son el tipo de armamento sudafricano recién decomisado a capos mexicanos, explicó hoy el general Antonio Monsiváis, responsable del almacén de Materiales de Guerra de la Sedena.
A este almacén llega gran parte de las armas incautadas en el país que después son destruidas, dijo Monsiváis al explicar que el crimen organizado se preocupa por mejorar sus arsenales y hacerse de armamento que incluso es de uso exclusivo de algunos ejércitos en el mundo.
Muchas de estas armas las obtienen mediante "el trueque por drogas", añadió.
Este almacén castrense, que por primera vez fue abierto a la prensa en una visita guiada, tiene celosamente guardadas 79 mil 74 armas de fuego decomisadas al crimen organizado y cuyo destino final será su destrucción.
A este búnker, localizado en una zona militar en la capital mexicana, se llega después de pasar varios filtros donde hay soldados armados.
En el almacén hay además fusiles de asalto AR-15 y AK-47 (llamados "cuernos de chivo"), granadas de diferentes tipos, entre ellas israelíes, y fusiles Barrett calibre 50, estos últimos tienen capacidad de penetrar blindaje y derribar helicópteros a una distancia de 2 kilómetros.
Los estados donde ha habido mayor incautación de este tipo de arsenales son Baja California, Michoacán, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas y Distrito Federal, donde operan los grupos del narcotráfico y del crimen organizado.
El general Monsiváis detalló que también han encontrado armas modificadas por los criminales para incrementar su capacidad de fuego y potencia, como los fusiles AR-15 adaptados para tener el poder de un Barret 50.
Explicó que por cada 1.000 fusiles AR-15 incautados, entre dos y tres fueron modificados; mientras que de cada 100 fusiles Ak-47, entre 20 y 30 sufrieron cambios.
Aseguró que, pese a este poder de fuego de los narcotraficantes, las Fuerzas Armadas y la policía mexicana "no han sido superadas" por estos grupos criminales.
"Es una cosa controlada, aunque también es cierto que -el narcotráfico- es una potencia importante con su volumen de fuego y adquisición de armas de alto poder de penetración y combativo", añadió.
El almacén de materiales de guerra cuenta un taller especial para destruir armas incautadas, de las que sólo el 5% será reutilizado para el entrenamiento militar y para formar parte de museos castrenses o civiles, por su valor histórico o monetario.
En este búnker fue montada una pequeña exhibición de armas de alto poder, como los fusiles Barret, ametralladoras M60, pistolas o fusiles con incrustaciones de joyas, que alguna vez fueron propiedad de barones mexicanos de la droga.
Las piezas metálicas son divididas en tres partes y son vendidas como chatarra, mientras que las piezas de madera son quemadas. EFE