Nueva pagina!

Nueva pagina!
dale click en la imagen!
ULLRICH MEXICO. Con la tecnología de Blogger.

Archivo del blog

sábado, 29 de enero de 2011

La lucha de Julia Klug


ulia Klug Archila es una mujer del pueblo que ha demostrado ejemplar valentía y lucidez en la lucha contra los abusos del clero católico, uno de los principales problemas que ha enfrentado México a lo largo de su historia. Originaria de Guatemala, lo mismo que la madre de Belisario Domínguez, Julia Klug ha protestado frecuentemente en la plancha del Zócalo, frente a la catedral, contra los abusos sexuales del clero, y en defensa del Estado laico, lo que le ha valido innumerables agresiones de fanáticos y de grupos conservadores que respaldan a Norberto Rivera.
Las represalias de las fuerzas conservadoras han incluido desde amagos judiciales hasta ataques verbales y físicos, y la activista sospecha que una de ellas podría ser la muerte de su hijo, el piloto militar Ricardo Martínez Klug, cuyo avión se desplomó misteriosamente en las costas de Guerrero, en octubre de 2010.

Raíces

Nacida en Cobán, Alta Verapaz, Guatemala, Julia, hoy de 57 años, fue violada cuando tenía siete años de edad por un cura (el padre Chemita), con quien su abuela la llevaba para que le enseñara a rezar el rosario. El sacerdote desarrollaba sus ataques en forma sutil, persuasiva; al estilo de Marcial Maciel, buscaba pretextos para inducirla a los actos sexuales, por ejemplo, diciéndole que ella debería quitarse la ropa para ser como Eva y él como Adán.
El mismo cura la casó, pues la familia de Julia, quien confiaba plenamente en él, no se enteró de esos abusos. Ella contrajo matrimonio a los 14 años, pero no fue feliz, pues era golpeada y ofendida por su suegra.
Entonces, decidió venir a México, donde estableció una unión con un militar, el mayor de caballería Leopoldo Martínez Hernández, relación que duró 28 años, hasta que él falleció. Afirma Julia: “Él fue quien me devolvió mi dignidad como mujer”.
Julia Klug se nacionalizó mexicana en 2001. Años después, indignada por casos como el del sacerdote Nicolás Aguilar Rivera, abusador sexual protegido por el cardenal Rivera, “hizo que la herida volviera a sangrar en mí; la impotencia ante lo que pasaba, me decidió a salir a protestar”.
Klug explica que su lucha no es contra la religión católica, sino contra los abusos clericales: “Soy católica por herencia, pero no voy a aceptar que un ministro abuse de la feligresía y menos todavía de los niños”.
Ella también sabe las consecuencias que puede acarrear la intromisión del clero en política para imponer sus dogmas y atentar contra las libertades, por ello se ha manifestado en defensa del Estado laico. Al respecto señala: “México ha sido un Estado laico, con todos los beneficios y libertades que eso conlleva, y dada la permanencia de la derecha en el poder, el país está en riesgo de perder ese carácter laico, que es preciso defender a toda costa”.

Protestas y represalias

Desde hace varios años, Julia Klug, al lado de otros ciudadanos, protesta frente a la catedral contra los abusos de religiosos católicos.
En una de esas manifestaciones, el domingo 7 de octubre de 2007, Klug fue atropellada por la camioneta blindada de Norberto Rivera, cuyos abogados amenazaron con demandarla por haber “dañado” el vehículo, con una peligrosa arma que era nada menos que una cartulina donde Julia protestaba por la injerencia del clero en política. Por el contrario, ella sí resultó lesionada y meses después tuvo que ser operada de la columna vertebral.
Los fanáticos al servicio de Rivera la han golpeado por lo menos en cuatro ocasiones, ante la actitud complaciente de los policías federales que custodian el interior del recinto.
Julia ha tenido que lidiar contra la hostilidad de muchos medios de comunicación afines al clero y contra los ataques de Desde la fe, órgano del Arzobispado de México.
La activista tiene el mérito de haber organizado protestas no sólo contra los abusos de prelados católicos, sino en defensa de la despenalización del aborto y de los derechos de los homosexuales, e incluso de oponerse públicamente al peligroso proyecto derechista de instaurar en México las llamadas “capellanías militares”.
Esa protesta tuvo lugar el 15 de marzo de 2009. Entrevistada por La Jornada, Klug mencionó que con las capellanías “se retrocedería ideológica y espiritualmente en el país” (La Jornada, 16 de marzo de 2009). La actitud de Julia contrasta con la indiferencia de muchos intelectuales y comunicadores, sumisos a las consignas oficialistas ante temas como el mencionado, de implantar en México el binomio clero-ejército, que ciertamente representaría un dramático retroceso, y una amenaza formidable contra las libertades.
Días antes de la muerte de su hijo Ricardo, según ha relatado Julia, un fanático se le acercó en el Zócalo advirtiéndole que la atacarían en donde “más le doliera”:
Tres días después, tuvo lugar el misterioso desplome del avión que tripulaba su hijo, el subteniente Ricardo Martínez Klug. En diciembre de 2010, es decir, dos meses después del hecho, las autoridades militares no habían aclarado las causas del siniestro, ni habían resuelto el pago de la correspondiente pensión.
En un video (www.youtube.com/watch?v=e2ArJhIqN8I) Julia Klug declara que, en su opinión, la muerte de su hijo fue premeditada, fue una venganza política; “el precio que paga una luchadora social por defender a los demás”. Explica que el avión en que volaba su hijo Ricardo, como copiloto, ya tenía problemas en los motores, a pesar de lo cual, se le hizo despegar.
Sin embargo, si a causa de su lucha Julia Klug ha recibido tantos ataques y presiones, también han sido muchas las muestras de simpatía y solidaridad motivadas por su valerosa actitud.
Julia está dando un ejemplo a todos los mexicanos que, a pesar de estar cansados de las agresiones del gobierno derechista, optan por el camino de la resignación. El gobierno y la jerarquía católica tienen el poder, pero ella tiene la razón, y ha puesto en riesgo su vida, su libertad y su integridad en la defensa de su patria adoptiva.
*Maestro en filosofía; especialista en estudios acerca de la derecha política en México

Anuncian movilizaciones contra la política económica de Calderón y alza de precios


  • Integrantes de UNT, CTM, sindicatos y organizaciones campesinas marcharán el día 31
  • Llama Manlio Fabio Beltrones al gobierno federal a enfrentar los problemas del país

México.- En reclamo contra la política económica que sigue el gobierno federal, la cual ha deteriorado el poder adquisitivo de todos los mexicanos– y en contra de la lluvia de alzas a precios y tarifas avaladas por la administración calderonista, el próximo 31 de enero la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Frente Sindical Mexicano, junto con organizaciones campesinas e incluso de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), marcharán del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino.
Agrupaciones campesinas informaron que a partir de la próxima semana realizarán movilizaciones ante dependencias y espacios públicos. Acudirán a la sede de la Secretaría de Economía para desenmascarar que son una simulación las mesas de concertación que mantiene la dependencia con industriales de la tortilla, el sector panadero y los grupos empresariales, supuestamente para evitar los incrementos de precios.
En el mercado, las tiendas de autoservicio y en prácticamente todos los lugares donde se venden tortillas los aumentos ya han dejado de aplicarse de manera disfrazada. Ahora tienen lugar de forma burda y abierta, destacaron.
Por separado, el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, advirtió que el libre mercado ya no resuelve la carestía y es escaso el poder adquisitivo que tienen millones de mexicanos, por lo que el gobierno federal debe asumir su responsabilidad histórica y social frente a los grandes problemas nacionales.
Al hacer un recuento de los rezagos del actual régimen, el líder de los senadores priístas sostuvo la tesis del agotamiento del sistema presidencial. Dijo que el tiempo apremia para emprender las modificaciones necesarias que faciliten acuerdos.
También adelantó que una tarea pendiente para el Senado se focaliza en reformar los órganos reguladores, porque se sostienen como entes dependientes del gobierno en turno, ajenos a una visión de Estado.
Sobre la protesta social, el líder del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, Agustín Rodríguez, calculó que al menos 100 mil trabajadores estarán en la protesta en la que también participarán la Confederación Nacional Campesina (CNC) e incluso algunas del sector corporativo como la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC). Acudirán además el Sindicato Mexicano de Electricistas, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Rodríguez Fuentes señaló que la convocatoria es abierta y la presencia no se define por la afinidad sindical, sino en función de las demandas obreras.
Patricia Muñoz, Roberto Garduño, Víctor Ballinas y Gabriel León

Bienes de LFC no pueden entregarse a terceros: SME. Con Jorge A. Rocha


  • El vocero del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) Fernando Amezcua dijo que en ese sentido no se ha legislado nada al respecto, por lo que solicitarán a todos los partidos que desde el primer día de sesiones del periodo ordinario de la Cámara de Diputados, se abra al debate público el destino de los bienes de Luz y Fuerza del Centro, porque aún está en indefinición jurídica.
México.- El vocero del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) Fernando Amezcua comentó que los bienes de LFC no se pueden entregar a terceros como a la CFE, y si pretenden hacerlo, tienen que ser los legisladores quienes modifiquen la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica para que proceda legalmente esa transferencia.

En ese sentido, sostuvo que no se ha legislado nada al respecto, por lo que solicitarán a todos los partidos que desde el primer día de sesiones del periodo ordinario de la Cámara de Diputados, se abra al debate público el destino de los bienes de Luz y Fuerza del Centro, porque aún está en indefinición jurídica.

Indicó que se presentó a la Comisión de Energía una propuesta para que con base en la propia constitución sea el Congreso el que dictamine quién debe ser el suministrador en la zona centro del país, toda vez que está vigente que es Luz y Fuerza del Centro.

Asimismo, anunció que realizarán una caravana el próximo 5 de febrero al Estado de México para dar a conocer cuáles son las anomalías que se ven en la prestación del servicio y cómo se ha violado el estatus jurídicos y hasta el económico de la población.



Grabación: http://www.radioformula.com.mx/reproductor.asp

Electricidad: privatización de hecho

México.- Con la disminución, proyectada para los siguientes 15 años, de la capacidad instalada de la Comisión Federal de Electricidad de 11 mil 93 megavatios –que equivale a 28 por ciento de la capacidad total de la paraestatal, sin contar la de los productores privados independientes–, el gobierno federal da una nueva muestra de su proclividad a debilitar las empresas propiedad del Estado en el rubro energético, con miras a la generación de grandes oportunidades de negocio para particulares.
Aunque la Secretaría de Energía recurra a consideraciones sobre los costos de operación y la vida útil de las unidades generadoras de electricidad para justificar la medida, ésta es consistente con el rumbo adoptado por las administraciones federales del ciclo neoliberal, que han pretendido minimizar e incluso anular la intervención del Estado en sectores estratégicos para el país, como el energético. Debe recordarse que desde 1992, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se avanzó en forma determinante en la llamada privatización silenciosa del sector eléctrico, con las modificaciones a la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica, que permitieron otorgar permisos a empresas trasnacionales como Mitsubishi, Unión Fenosa, Iberdrola y Electricidad de Francia para que participaran en la industria eléctrica nacional. Esta situación se agravó durante el sexenio foxista, cuando se autorizó que los permisos de supuesto autoabastecimiento, otorgados a algunas compañías, incluyeran la figura de asociados beneficiados, lo que hizo posible que un productor privado pudiera vender a terceros la energía que genera, mediante la simulación de sociedades.
El resultado de este proceso ha sido la creación y consolidación de una red de generación paralela a la del Estado, que produce, en la actualidad, 49.72 por ciento de la electricidad que se consume en el país. La pretensión de disminuir la capacidad de la CFE permitiría, pues, profundizar la desnacionalización de ese servcio durante, por lo menos, los siguientes dos sexenios.
La privatización de facto que se realiza en el sector eléctrico no sólo deriva en la creación de negocios formidables para un puñado de inversores privados, en detrimento del sector público, también impacta –según han documentado especialistas en la materia– en el incremento de las tarifas para los consumidores finales y, por extensión, en el alza generalizada de productos y servicios. Tanto más grave resulta la posible responsabilidad de estas prácticas en la multiplicación del potencial devastador de fenómenos naturales, como los que han afectado varias zonas del país: en noviembre de 2007, en el contexto de las inundaciones ocurridas en Tabasco –en especial en su capital– a consecuencia del desbordamiento del río Grijalva, el gobernador de esa entidad, Andrés Granier Melo, demandó a la CFE el cierre inmediato de la presa Peñitas, cuya capacidad había sobrepasado los niveles recomendables en meses previos. Significativamente, esa medida fue señalada por sectores de la oposición como un acto deliberado para procurar ganancias a empresas de electricidad privadas.
El designio privatizador del sector energético, que ha avanzado lenta pero sostenidamente en las anteriores dos décadas, a contrapelo de la letra y el espíritu de la Carta Magna, ha comprometido la entrega de parte del patrimonio nacional en manos de unos cuantos y ha causado la pérdida del dominio de la nación sobre las funciones constitucionalmente estratégicas en materia eléctrica. Ante tal circunstancia, y en ausencia de un gobierno con visión de Estado y vocación nacionalista, corresponde a la ciudadanía rechazar abiertamente las intenciones privatizadoras del sector eléctrico y del energético en general.

Hossam el-Hamalawy, periodista y bloguero egipcio: “Las revoluciones no surgen de la nada”

Hossam el-Hamalawy es un periodista y bloguero del sitio 3arabawy. Mark LeVine, profesor de la Universidad de California Irvine, logró contactar con Hossam a través de Skype para conseguir un informe de primera mano sobre los eventos que se desarrollan en Egipto.


Hossam el-Hamalawy
Hossam el-Hamalawy


¿Por qué fue necesaria una revolución en Túnez para sacar a los egipcios a las calles en cantidades sin precedentes?
En Egipto decimos que Túnez fue más un catalizador que un instigador, porque las condiciones objetivas para un levantamiento existían en Egipto y durante los últimos años la revuelta estaba en el aire. Por cierto, ya logramos tener dos mini-intifadas o “mini-Túnez” en 2008. La primera fue un levantamiento en abril de 2008 en Mahalla, seguida por otro en Borollos, en el norte del país.
Las revoluciones no surgen de la nada. No tenemos mecánicamente una mañana en Egipto porque ayer hubo una en Túnez. No es posible aislar estas protestas de los cuatro últimos años de huelgas de trabajadores en Egipto o de eventos internacionales como la intifada al-Aqsa y la invasión de Iraq por EE.UU. El estallido de la intifada al-Aqsa fue especialmente importante porque en los años ochenta y noventa el activismo en las calles había sido efectivamente impedido por el gobierno como parte de la lucha contra insurgentes islamistas. Sólo siguió existiendo en los campus universitarios o las centrales de los partidos. Pero cuando estalló la intifada del año 2000 y al Jazeera comenzó a transmitir imágenes de ella, inspiró a nuestra juventud a tomar las calles, de la misma manera quehoy nos inspira Túnez.
¿Cómo se desarrollan las protestas?
Es demasiado temprano para decir cómo se desarrollarán. Es un milagro que continuaran ayer después de medianoche a pesar del miedo y la represión. Pero habiéndolo dicho, la situación ha llegado a un nivel en el que todos están hartos, seriamente hartos. E incluso si las fuerzas de seguridad logran aplastar hoy las protestas no podrán aplastar las que sucedan la próxima semana, o el próximo mes o más adelante durante este año. Definitivamente hay un cambio en el grado de valentía de la gente. Al Estado le ayudó la excusa de combatir el terrorismo en los años noventa para acabar con todo tipo de disenso en el país, un truco utilizado por todos los gobiernos, incluido EE.UU. Pero una vez que la oposición formal a un régimen pasa de las armas a protestas masivas, es muy difícil enfrentar un disenso semejante. Se puede planificar la liquidación de un grupo de terroristas que combate en los cañaverales, ¿pero qué van a hacer ante miles de manifestantes en las calles? No pueden matarlos a todos. Ni siquiera pueden garantizar que los soldados lo hagan, que disparen contra los pobres.
¿Cuál es la relación entre eventos regionales y locales en este país?
Hay que comprender que lo regional es local en este país. En el año 2000 las protestas no comenzaron como protestas contra el régimen sino más bien contra Israel y en apoyo de los palestinos. Lo mismo ocurrió con la invasión estadounidense de Iraq tres años después. Pero una vez que sales a las calles y te enfrentas a la violencia del régimen uno comienza a hacer preguntas: ¿Por qué envía soldados Mubarak para enfrentar a manifestantes en lugar de enfrentar a Israel? ¿Por qué exporta cemento a Israel para que lo utilice para construir asentamientos en lugar de ayudar a los palestinos? ¿Por qué la policía es tan brutal con nosotros cuando sólo tratamos de expresar nuestra solidaridad con los palestinos de manera pacífica? Y así los problemas regionales como Israel e Iraq pasaron a ser temas locales. Y en pocos instantes, los mismos manifestantes que coreaban consignas pro palestinas comenzaron a hacerlo contra Mubarak. El momento decisivo específico en términos de protestas fue 2004, cuando el disenso se volvió interior.
En Túnez los sindicatos jugaron un papel crucial en la revolución, ya que su amplia y disciplinada membresía aseguró que las protestas no pudieran aplastarse facilmente y las confirió una organización. ¿Cuál es el papel del movimiento de los trabajadores en Egipto en el actual levantamiento?
El movimiento sindical egipcio fue bastante atacado en los años ochenta y noventa por la policía, que utilizó munición de guerra contra huelguistas pacíficos en 1989 durante huelgas en las plantas siderúrgicas y en 1994 en las huelgas de las fábricas textiles. Pero desde diciembre de 2006 nuestro país vive continuamente las mayores y más sostenidas olas de acciones huelguísticas desde 1946, detonadas por huelgas en la industria textil en la ciudad de Mahalla en el Delta del Nilo, centro de la mayor fuerza laboral en Medio Oriente con más de 28.000 trabajadores. Comenzó por temas laborales pero se extendió a todos los sectores de la sociedad con la excepción de la policía y las fuerzas armadas.
Como resultado de esas huelgas hemos logrado obtener 2 sindicatos independientes, los primeros de su clase desde 1957, el de los cobradores de contribuciones de bienes raíces, que incluye a más de 40.000 empleados públicos y el de los técnicos de la salud, más de 30.000 de los cuales lanzaron un sindicato el pasado mes fuera de los sindicatos controlados por el Estado.
Pero es verdad que hay una diferencia importante entre nosotros y Túnez, y es que aunque era una dictadura, Túnez tenía una federación sindical semiindependiente. Incluso si la dirigencia colaboraba con el régimen, los miembros eran sindicalistas militantes. De manera que cuando llegó la hora de huelgas generales, los sindicatos pudieron sumarse. Pero aquí en Egipto tenemos un vacío que esperamos llenar pronto. A los sindicalistas independientes ya los han sometido a cazas de brujas desde que trataron de establecerse; ya hay procesos iniciados contra ellos por los sindicatos estatales y respaldados por el Estado, pero se siguen fortaleciendo a pesar de los continuos intentos de silenciarlos.
Por cierto, en los últimos días la represión se  ha dirigido contra los manifestantes en las calles, los cuales no son necesariamente sindicalistas. Esas protestas han reunido a un amplio espectro de egipcios, incluidos hijos e hijas de la elite. De modo que tenemos una combinación de pobres y jóvenes de las ciudades junto con la clase media y los hijos e hijas de la elite.
Pienso que Mubarak ha logrado agrupar a todos los sectores de la sociedad con la excepción de su círculo íntimo de cómplices.
La revolución tunecina se ha descrito como muy encabezada por la “juventud” y dependiente para su éxito de la tecnología de las redes sociales como Facebook y Twitter. Y ahora la gente se concentra en la juventud en Egipto como un catalizador importante. ¿Se trata de una “intifada juvenil” y podría tener lugar sin Facebook y otras nuevas tecnologías mediáticas?
Sí, es una intifada juvenil en la calle. Internet sólo juega un papel en la difusión de la palabra y de las imágenes de lo que sucede en el terreno. No utilizamos Internet para organizarnos. Lo utilizamos para dar a conocer lo que estamos haciendo sobre el terreno con la esperanza de animar a otros para que participen en la acción.
Como habrá oído, en EE.UU., el presentador de programas de entrevistas Glenn Beck ha atacado a una académica ya mayor, Frances Fox Piven, por un artículo que ella escribió llamando a los desocupados a realizar protestas masivas por los puestos de trabajo. Incluso ha recibido amenazas de muerte, algunas de gente sin trabajo que parece más feliz fantaseando sobre dispararle con una de sus numerosas armas que por luchar realmente por sus derechos. Es sorprendente pensar en el papel crucial de los sindicatos en el mundo árabe actual, teniendo en cuenta las más de dos décadas de regímenes neoliberales en toda la región cuyo objetivo primordial es destruir la solidaridad de la clase trabajadora. ¿Por qué han seguido siendo tan importantes los sindicatos?
Los sindicatos siempre son el remedio mágico contra cualquier dictadura. Mire a Polonia, Corea del Sur, América Latina o Túnez. Los sindicatos siempre fueron útiles para la movilización de las masas. Hace falta una huelga general para derrocar una dictadura, y no hay nada mejor que un sindicato independiente para hacerlo.
¿Hay un programa ideológico más amplio tras las protestas, o sólo librarse de Mubarak?
Cada cual tiene sus razones para salir a las calles, pero yo supongo que si nuestro levantamiento tiene éxito y derrocamos a Mubarak aparecerán divisiones. Los pobres querrán impulsar a la revolución a una posición mucho más radical, impulsar la redistribución radical de la riqueza y combatir la corrupción, mientras que los denominados reformistas quieren poner frenos, presionar más o menos por los cambios “desde arriba” y limitar un poco los poderes pero mantener alguna esencia de Estado.
¿Cuál es el papel de la Hermandad Musulmana y cómo impacta en la situación el hecho que permanezca distante de las actuales protestas?
La Hermandad ha sufrido divisiones desde el estallido de la intifada al-Aqsa. Su participación en el Movimiento de Solidaridad con Palestina cuando se enfrentó con el régimen fue desastrosa. Básicamente, cada vez que sus dirigentes llegan a un compromiso con el régimen, especialmente los acólitos del actual guía supremo, desmoralizan a sus cuadros de base. Conozco personalmente a numerosos jóvenes hermanos que abandonaron el grupo, algunos de ellos se han unido a otros grupos o siguen independientes. A medida que crece el actual movimiento callejero y la dirigencia inferior participa, habrá más divisiones porque la dirigencia superior no puede justificar por qué no forma parte del nuevo levantamiento.
¿Cuál es el papel de EE.UU. en este conflicto? ¿Cómo ve la gente en la calle sus posiciones?
Mubarak es el segundo beneficiario de la ayuda exterior de EE.UU., después de Israel. Se le conoce como el matón de EE.UU. en la región; es uno de los instrumentos de la política exterior estadounidense, que implementa su programa de seguridad para Israel y el flujo sin problemas del petróleo mientras mantiene a raya a los palestinos. De modo que no es ningún secreto que esta dictadura ha gozado del respaldo de gobiernos de EE.UU. desde el primer día, incluso durante la engañosa retórica pro democracia de Bush. Por lo tanto no hay que sorprenderse ante las risibles declaraciones de Clinton que más o menos defendían el régimen de Mubarak, ya que uno de los pilares de la política exterior de EE.UU. es mantener regímenes estables a costa de la libertad y los derechos cívicos.
No esperamos nada de Obama, a quien consideramos como un gran hipócrita. Pero esperamos que el pueblo estadounidense -sindicatos, asociaciones de profesores, uniones estudiantiles, grupos de activistas,- se pronuncien en nuestro apoyo. Lo que queremos es que el gobierno de EE.UU. se mantenga completamente fuera del asunto. No queremos ningún tipo de respaldo, simplemente que corte de inmediato la ayuda a Mubarak y retire el respaldo, que se retire de todas las bases en Medio Oriente y deje de apoyar al Estado de Israel.
En última instancia, Mubarak hará todo lo que tenga que hacer para protegerse. De repente adoptará la retórica más anti-estadounidense si piensa que pueda ayudarle a salvar el pellejo. A fin de cuentas está comprometido con sus propios intereses y si piensa que EE.UU. no lo apoyará, se volverá en otra dirección. La realidad es que cualquier gobierno realmente limpio que llegue al poder en la región llegará a un conflicto abierto con EE.UU. porque llamará a una redistribución racional de la riqueza y a terminar con el apoyo a Israel y a otras dictaduras. De modo que no esperamos ninguna ayuda de EE.UU. Sólo que nos dejen en paz.
Mark LeVine es profesor de historia en la Universidad de California Irvine e investigador visitante senior en el Centro de Estudios de Medio Oriente en la Universidad Lund en Suecia. Sus libros más recientes son Heavy Metal Islam (Random House) e Impossible Peace: Israel/Palestine Since 1989 (Zed Books).
Mark LeVineAl-Jazeera

El hombre que ha puesto en jaque a Hosni Mubarak


  • ElShaheed, creador del grupo Facebook 'Todos somos Khaled Said', explica la evolución de la revuelta egipcia. "Egipto no volverá a ser el de antes".
  • Las protestas comenzaron el pasado julio para denunciar la muerte del joven Said, víctima de la violencia policial, y persiguen el final del régimen y la libertad
  • "Nos importa una mierda que Occidente no esté con nosotros. Es nuestro problema y lo vamor a arreglar solos", dice ElShaheed.

Protestas, el jueves 27, en Suez, donde varios manifestantes murieron. / 'Todos Somos Khaled Said'



Rehuye las cámaras como la peste. Todo protagonismo le molesta y ni siquiera es posible saber su nombre de pila. El hombre que está poniendo en jaque a Hosni Mubarak no tiene rostro ni desea tenerlo. Por un lado, sin que se conozca su identidad recibe amenazas de muerte desde el día en que se le ocurrió crear un grupo en Facebook para denunciar la tortura policial, la corrupción, el estado de excepción permanente, la falta de oportunidades y la ausencia de libertades cortesía del régimen egipcio. Por otro, y por encima de todo, él no sólo es él: representa a decenas de miles, si no a centenares de miles de ciudadanos ansiosos por liberarse de las cadenas.
Él, y ellos, todos son Khaled Said, el joven de 28 años asesinado en una brutal y gratuita paliza policial el pasado 6 de junio en Alejandría en una agresión que despertó entre los egipcios la necesidad de luchar, desde las protestas cívicas, contra la impunidad y la injusticia. Y gracias a las convocatorias de su grupo de la red social, Kullum Khaled SaidTodos somos Khaled Said, ya ha conseguido mucho más: poner en entredicho la autocracia egipcia promoviendo las multitudinarias e históricas protestas que están convulsionando al país del Nilo.
Hoy viernes, el país vive una jornada histórica: centenares de miles de personas han tomado las calles tras el rezo desafiando el masivo despliegue policial al grito de “Abajo Mubarak”. De poco está sirviendo que los uniformados respondan con cañones de agua, gas lacrimógeno y bolas de caucho contra unos manifestantes que no se dejan amedrentar, más bien al contrario: miles de ellos se dirigen en estos momentos al palacio presidencial de El Cairo residencia de Hosni Mubarak. La participación de los Hermanos Musulmanes, principal grupo opositor, ha multiplicado la visibilidad de las protestas. En un gesto de desesperación por parte de las autoridades, el líder opositor Mohamad ElBaradei, premio Nobel de la Paz, que regresó ayer para participar en la insurrección civil, ha sido brevemente retenido por las fuerzas de Seguridad. El régimen, además, ha apagadoInternet y la telefonía móvil ha sido suspendida. Parece que, tras 30 años de dictadura, el final de Mubarak está próximo.
“Esta vez tenemos muchas posibilidades de cambiar las cosas”, preveía ayer nuestro protagonista en declaraciones a Periodismo Humano, en nuestra última entrevista cibernética, horas antes de que los egipcios volvieran a echarse a las calles. “Hemos trabajado duro, pero nunca esperamos tener semejantes resultados. Es increíble que estemos haciendo historia. Ocurra lo que ocurra, el pasado 25 de enero nunca será olvidado. Después de esa fecha, Egipto nunca volverá a ser el de antes”.
Los resultados de su particular cruzada sobrepasan todas las expectativas. El pasado miércoles nuestro hombre, junto a otros grupos de oposición, logró convocar mediante las redes sociales una jornada de ira aprovechando el clima social y el empuje de la revolución tunecina, que ha demostrado a sus vecinos que el cambio es posible. En los blogs egipcios, motor de la revuelta junto a Facebook y Twitter, se contaba que 50.000 personas habían prometido asistencia el pasado 25 de enero, fiesta nacional en Egipto, cuando se conmemora el Día de la Policía en memoria de los agentes que, en los años 50, se rebelaron contra los invasores británicos en una jornada patriótica considerada histórica. Agentes muy diferentes a los que hoy, de civil o de uniforme, cazan como animales a los manifestantes que se concentran para defender los derechos más básicos -los de todos los egipcios, incluidos los uniformados- y exigir el final del régimen.
ElShadeed, el mártir, como se identifica el creador de Todos Somos Khaled Said, no era tan optimista el pasado julio, cuando le contacté por primera vez. Su grupo ya tenía 210.000 seguidores y estaba rompiendo moldes: desafiaba un estado de excepción en vigor desde hace tres décadas con protestas sociales que terminaron siendo reprimidas por las fuerzas de Seguridad. En lugar de disuadir a los manifestantes, su número se incrementaba. El motivo: el asesinato de Khaled Said, desencadenante de la actual revolución.
Llevaba usando Facebook bastante tiempo. Tras ver la foto de Khaled Said publicada en el perfil de uno de los activistas políticos egipcios, Ayman Nur, la imagen me horrorizó, me conmocionó como joven y sentí que podía haberme pasado a mí. Al día siguiente, tras verificar lo que había pasado, decidí crear un grupo en Facebook para unir a la juventud egipcia contra las prácticas brutales de la policía. Soy el único administrador de esta página, y así ha sido desde que comencé”, explicaba en aquella primera entrevista.
La historia que verificó ElShaheed es, efectivamente, horripilante. A Khaled Saeed le sacaron a la fuerza del cibercafé que frecuentaba en su ciudad, Alejandría, dos agentes de paisano. Testigos presenciales relataron cómo le golpearon la cabeza contra una mesa de mármol. Cuando Haizam Hassan Hanafi, el dueño del café, les instó a salir “se llevaron a Saeed a la entrada de un edificio vecino y le golpearon la cabeza contra la puerta de hierro, dándole puñetazos en la cara y en el vientre. Recibió un golpe en la pierna, antes de caerse y golpearse de nuevo contra un escalón. Uno de los policías le levantó tratando de estrangularle. Saeed gritaba ‘Me estoy muriendo’, pero su atacante contestó ‘No te dejaré hasta que estés muerto’ El otro le siguió pateando. Le golpearon hasta que comenzó a sangrar por la cabeza y la boca.Cuando Saeed dejó de moverse, llamaron a la policía […] Un doctor que estaba en el cibercafé le examinó y dictaminó que estaba muerto.
Khaled Said.
La autopsia camufló la mortal paliza, negada por los agentes: afirmaron que el joven había muerto axfisiado tras ingerir algún tipo de droga. El informe médico, que sólo dio fe de “contusiones en un ojo”, fue enviado por el Centro El Nadim para la Rehabilitación de Víctimas de la Tortura y la Violencia junto con un amplio dossier fotográfico a dos médicos forenses internacionales, quienes concluyeron que la primera autopsia “no cumplía los estándares internacionales“.
Conscientes de las limitaciones egipcias a la hora de actuar, ElShaheed centró en Facebook todos sus esfuerzos, aplicando métodos revolucionarios para el Egipto de la dictadura de Mubarak, como él mismo explicaba con ironía en aquella entrevista. “Intenté que el grupo creciese mediante técnicas no tradicionales: preguntar [a los seguidores] antes de dar cada paso y consultarles de forma democrática”. ElShadeed se felicitaba entonces por haber logrado 210.000 miembros en apenas dos meses: hoy en día son 425.000 en su edición árabe, casi 25.000 en su edición en inglés, desde la que se puede seguir la evolución de las protestas egipcias.
Así logró convocar las primeras marchas, al principio en Alejandría y más tarde el El Cairo. “Para contornear la draconiana ley de emergencia que rige Egipto desde hace 30 años y que prohíbe las asambleas públicas, encontramos una solución: [convocar protestas en las que] miles de egipcios se quedasen de pie en largas filas frente a los paseos marítimos y fluviales de diferentes ciudades separados cinco metros unos de otros. Todos permanecen en silencio o leen el Corán o la Biblia. De esta forma no rompemos las leyes que prohíben acumulaciones de más de cinco personas, los eslóganes, etc. Solo nos quedamos de pie, tristes,vestidos de negro como símbolo de nuestro pesar por lo que le está ocurriendo a nuestro país”.
Se mantuvieron activos durante meses. Los seguidores colaboraban diseñando carteles, grabando vídeos, ultimando las páginas web de un movimiento destinado al cambio. Algunas protestas llegaron a ser más numerosas, e incluso el líder opositor y premio Nóbel de la Paz, Mohamad ElBaradei, se sumó a ellos, pero seguían sin ser lo suficientemente extensas para poner en peligro la mera supervivencia del régimen. “Aún no hemos perdido el miedo. La mayoría está asustada, porque Egipto está controlado por dictadores que usan su poder para controlar a la gente. Además, la gente ha perdido la esperanza. “No sacamos nada de lo que hacéis”, es el comentario más usual que tengo que leer en la página de Facebook, donde muchos egipcios sólo participan para criticar nuestras actividades”, lamentaba en julio.
Latuff 2011
De ahí que nadie les pueda acusar de ser islamistas ni radicales, sólo jóvenes como el propio Khaled Said. En nuestra primera comunicación, le pedí que se describiera así mismo. “Desde que nací, no he conocido a otro presidente que no sea Hosni Mubarak. Soy un joven egipcio que jamás ha participado en actividades políticas o ha militado en un partido. Pero me pone enfermo lo que le ocurre a mi país y ya no puedo seguir en silencio. Amo a mi país, pero estoy casado y quiero que mi hijo tenga una vida mejor de lo que sus papás han visto. Quiero resolver este problema y despertar a los egipcios. Soy muy persistente. ¡No pararé hasta conseguirlo!”.
El momento llegó el pasado 25 de enero, aprovechando el tirón tunecino: la convocatoria corrió como la espuma (en Twitter se identificó como #JAN25) y la respuesta social fue masiva: decenas de miles de personas en la Plaza Tahrir (Liberación) de El Cairo, como no podía ser de otro modo, pero también en Alejandría, Suez, Ismailia... La represión y los centenares de detenciones sólo ha alentado la repitición en los días siguientes: para hoy viernes, día sagrado y festivo, sin obligaciones laborales o estudiantiles y con ElBaradei recién llegado para ponerle rostro a la revuelta, se ha convocado una jornada de ira y libertad. La participación se espera masiva.
Protesta del día 25 en El Cairo.¿Es éste el final de Mubarak?”, le preguntaba ayer a ElShaheed. “Nadie lo sabe, pero estamos trabajando muy duro ahora mismo para lograr que la protesta crezca y crezca. En algún momento, el Ejército interferirá y veremos qué ocurre”.
En su grupo de Facebook, las informaciones hablan de permisos militares cancelados y de movilización total de los uniformados, pero también de desesperación en la cúpula del régimen: llegan a informar del despegue previsto para hoy de un avión de la Egypt Air, concretamente el vuelo MS299 a Luxor, cargado con 15 cajas de oro con rumbo a Bruselas. “Por favor, Bélgica, no les dejéis huir con las pobres reservas egipcias”, se lee en el muro.
Sobre la ausencia de noticias en los grandes medios occidentales y la falta de apoyo por parte de ningún Gobierno democráticoElShaheed es muy claro: “Nos importa una mierda. Sólo nos importa lo que pensamos. Este es nuestro problema y lo vamos a resolver solos. No necesitamos su ayuda”. Y por si esa misma comunidad internacional es llevada a error por los dictadores a los que apoya, nuestro anónimo héroe egipcio dejaba ayer claro en su grupo de Facebook el por qué de las movilizaciones. “No se trata de problemas económicos y pobreza. Se trata de corrupción y de Justicia. Se trata, por encima de todo, de LIBERTAD”.
Actualización, Viernes 29:


La Iglesia según Samuel Ruiz

México.-  Para el obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas Chiapas, Samuel Ruiz García, la fe trasciende a los jerarcas de la Iglesia, con todo y los privilegios que les dispense el poder político, sus conductas serviles y conservadurismos. Con todo, mantenía la esperanza en que, hasta un Papa como Benedicto XVI, podía aprender.
- ¿Se puede subsistir bajo un Papa como Ratzinger? –se le preguntó.
- Cuando la acción pastoral y el pensamiento no son individuales sino relacionados con el Concilio (Vaticano Segundo) y los documentos (episcopales de Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida) que emanaron de él, es un movimiento de Iglesia y no es personal. Trasciende las situaciones y personalidades concretas -respondió.
La entrevista se efectuó en Monterrey, el 27 de septiembre de 2007, cuando el obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas Chiapas, estaba en la ciudad para participar en el Parlamento Mundial de las Religiones, que formaba parte del Fórum Universal de las Culturas.
La entrevista tenía por objetivo abundar sobre la vida y la obra del extinto obispo de Cuernavaca, Sergio Méndez Arceo, un texto que apareció en el número 1617 de la revista Proceso. Pero el ritmo de sus respuestas condujeron la charla a la visión pastoral y los conceptos que guiaban a Ruiz García, por lo que su registro se mantuvo aparte.
Tolerancia y fe
Las palabras por Méndez Arceo brotaron sin apasionamiento. Considerado el precursor de “la opción preferencial por los pobres” en México, el desaparecido obispo de Cuernavaca, había influenciado a toda una generación de sacerdotes que, para ese 2007, instalados ya en su madurez, daban continuidad a la llamada “teología de la liberación”, en obispos como los eméritos de San Cristóbal, Samuel Ruiz y, de Oaxaca, Arturo Lona, así como el obispo de Saltillo, Raúl Vera López.
La “teología de la liberación”, corriente progresista de orientación marxista, fue convertida por sus detractores en despectivo cliché, particularmente en el norte del país, donde se produjeron abundantes materiales para advertir que “era una amenaza para la estabilidad social y laboral”.
Samuel Ruiz, se hacía presente en Monterrey, una ciudad conservadora, donde las últimas noticias de Iglesia destacaban que, a partir del arribo del cardenal Francisco Robles Ortega -alumno de cardenal Juan Sandoval Iñiguez desde el Seminario de Guadalajara-, se desarticuló la Pastoral Social y se  marginó a los sacerdotes que convergían con la “teología de la liberación”.
Samuel Ruiz García, evitaba sistemáticamente el cliché.
- ¿Por qué parece molestarle que lo califiquen como teólogo de la liberación? –se le inquirió.
- Los teólogos hacen teología, yo me he dedicado a servir a Cristo –atajó.
“Yo he tomado la opción por los pobres y el trabajo en contra de la pobreza, que consiste en ubicarse históricamente en un análisis, no sólo en el método de ver, actuar y juzgar, sino de estar ubicado en el centro de la situación concreta”.
“No tenemos la verdad absoluta”
En el lobby del Hollyday Inn del Centro de Convenciones Cintermex, hotel sede los participantes, Samuel Ruiz destacaba por su discreción. Vestido con un traje gris, cuya camisa blanca lucía sin corbata ni alzacuello, el obispo se abría paso tímidamente en medio de kipás, bompos, turbantes, gorros frigios y túnicas multicolores, de relucientes ornamentos, que portaban hombres de forzada calvicie o de luengas barbas.
Sobre esa pluralidad, expuso en la entrevista:
“Necesitamos aprender la convivencia con otras creencias y salir de la tendencia exclusivista en que vivíamos, porque la fe tiene que tener en su manifestación el respeto a otras creencias, y entender que otras creencias son complementarias de otras, que no tenemos la verdad absoluta sino que tenemos una complementariedad.
“Se trata de respeto: se escucha y se hace saber que hay una parte que yo tengo, que debo atender de la posición de otra persona y que lo que ella tiene, es algo que me falta a mi”, dijo.
- Dada la cantidad de personas excluidas –se le comenta- por posturas religiosas ¿Tendría esa tolerancia, por ejemplo, con las uniones entre personas de un mismo sexo? O con el aborto?
- Los principios morales no se mueven por estadísticas. Y la defensa a la vida debe ser permanente. No porque haya tal o cual tendencia a la eliminación de la vida, podemos decir que la Iglesia tiene que estar a favor de eso -respondió.
Contra el sistema
Los escándalos de corrupción clerical daban vuelta al mundo, con pederastas expuestos por miles de denuncias y una jerarquía, en el caso de México, peculiarmente cercana al poder público de gobernantes de confesión y prácticas católicos con tendencias dictatoriales, como un cóctel venenoso para la fe, Samuel Ruiz  -llamado Jtatik, El Padre, en las comunidades indígenas de Chiapas- mantenía la esperanza.
“Se puede mirar sólo lo negativo y decir todo está mal, pero teniendo una mirada tranquila se puede ver cómo hay movimientos que eclipsan esa maldad. Yo tengo una mirada esperanzadora sobre esto. Particularmente, la solidaridad es una cosa bastante evidente y creciente en todos los niveles”.
Según Samuel Ruiz, la solidaridad vinculaba cada vez a más personas y, si en el pasado no quedaba mas que lamentar lo que le ocurría a otros, en el presente es imposible que ocurra algo sin que obtenga de inmediato el apoyo solidario en distintos ámbitos.
Agregó:
“Hay una perspectiva de una gran cantidad de gente en el mundo, que tiene muy claro que se necesita un cambio de sistema. Lo han dicho con toda claridad,  este sistema llegó a su límite y se necesita que se construya otro. Ya hay acciones y entidades que se mueven en ese sentido, como el comercio justo y la aglutinación de movimientos que inciden silenciosa, pero eficazmente, en una transformación de la sociedad”.
Gobiernos católicos
Para Samuel Ruiz, la postura que guarden los gobernantes independientemente de su confesión, es un accidente histórico. La acción de la Iglesia, según él, se funda una postura que va más allá de la política que quienes se presumen católicos, como Vicente Fox o Felipe Calderón, puedan tener.
“La postura de la Iglesia es previa e independiente a esos gobernantes. La opción por los pobres trasciende porque es la única vía en la construcción del Reino (de Dios) y en esa visión no caben los potentados”.
Su insistencia es a lo largo de toda la entrevista: la posición de la Iglesia no puede sustraerse del Concilio Vaticano II y sus documentos, donde se reitera siempre que la preocupación es el trabajo social.
Entonces aludió a la jerarquía:
“La esperanza no debe estar en que la Iglesia sea favorecida o no por los gobiernos. Los gobiernos son eventualidad histórica y pueden ayudar o entorpecer el trabajo pastoral”.
- Esa proximidad con los poderes terrenales ¿podría repetir condiciones como en las que la Iglesia estuvo del lado de las dictaduras?
- No sería la posición adecuada, ni hay una tendencia hacia allá. Que la iglesia tenga que estar bien en el sentido de colaborar hacia el bien común, evidentemente sí. Puede haber un riesgo de esa naturaleza, que haya una postura servil, pero creo que la posición oficial después del Concilio y los documentos emanados de éste, van en otra línea.
La mirada esperanzadora de Samuel Ruiz, contrastaba con la conducta de obispos y sacerdotes católicos que preferían omitir pronunciamientos respecto a conflictos sociales o injusticias, respecto a un reciente 2006, plagado de convulsiones sociales desde el estallido de la mina Pasta de Conchos en Coahuila, la represión obrera en Lázaro Cárdenas Michoacán, la elección presidencial y el movimiento de San Salvador Atenco.
“Lo que puedo percibir a nivel de pronunciamientos oficiales de la Conferencia del Episcopado Mexicano, y en especial de la Pastoral Social, es que hay una posición que no se da generalizada, pero que si aborda una temática en donde se juega la transformación de la historia.
“Hay posiciones bastante claras y pronunciamientos que ha habido, en momentos específicamente difíciles, donde hay prelados que se han manifestado y tienen el respaldo discreto, pero no negado, de otros hermanos obispos”.
- ¿Hay miedo en la Iglesia a su jerarquía?
- La identidad de una persona, como la idea de una institución, tiene un sustrato que no cambia. Si no, no podría cumplir su misión. El cambio tiene que estar en relación con un sustrato permanente, que es el evangelio, y la respuesta (de los hombres de Iglesia) puede ser variable pero desde el punto de vista evangélico en la construcción del Reino de Dios.
Con un Sumo Pontífice recién estrenado, proveniente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que desde los años 70 persiguió a los sacerdotes progresistas, se le inquierió:
- ¿Ratzinger y quienes se identifican con su línea pastoral inhiben los movimientos de la Iglesia de los Pobres?
- Todo individuo tiene un proceso de adaptación y un Papa también tiene que ir aprendiendo su tarea. Ha habido momentos históricos en este pontificado donde un pronunciamieto se percibe posteriormente como algo que tiene que relativizarse y eso es señal de que hay un aprendizaje en marcha.
        “Si hay una falla sabemos que por eso Jesús dijo yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo. Por lo tanto, la presencia de la Iglesia, no depende de la falibilidad, de la relatividad o de la limitación de una persona, pues ahí estará fuertemente la presencia del Señor a lo largo de la historia”.
Y concluye:
“Sea cual sea, la posición oficial (de la Iglesia) no puede quitar ni hacer a un lado el sustrato permanente, lo vimos en (la Conferencia del Episcopado Latinoamericano de) Aparecida: lo que es fundamental para Dios y la Iglesia es la opción por los pobres y el trabajo en contra de la pobreza”.

Arturo Rodríguez García

Volver al Principio