Una investigación del gobierno de Irlanda sobre encubrimientos de la arquidiócesis de Dublín, reveló que El Vaticano intentó impedir que los jerarcas de la Iglesia católica irlandesa despojaran de sus hábitos al sacerdote pederasta Tony Walsh, particularmente peligroso después que el individuo violó a un varoncito en un baño público y a otros dos tres menores en un lapso de tres años.
El arzobispo de Dublín Diarmuid Martin dijo que aceptaba plenamente las conclusiones de abuso de menores por parte de religiosos en Dublín que fueron ocultadas a la ley por jerarcas católicos.
Martin calificó a Walsh como un individuo "extremadamente tortuoso" que nunca debió haber sido ordenado sacerdote y agregó que el informe puso de manifiesto cómo la Iglesia irlandesa se había hecho demasiado poderosa y arrogante en el siglo XX.
DILIGENCIA. Una investigación ordenada por el gobierno sobre encubrimientos de la arquidiócesis de Dublín reveló en 2009 que las autoridades eclesiásticas habían evitado que veintenas de sacerdotes fueran investigados a lo largo de varias décadas y que no reportaron ningún delito a la policía hasta mediados de los años 90. Las conclusiones conmovieron a la Iglesia y obligaron a la renuncia de obispos, aunque el Vaticano rechazó las renuncias de dos obispos adjuntos de Martin.
Un capítulo relativo a Walsh fue censurado del informe original porque todavía enfrentaba un proceso penal. El Departamento de Justicia publicó el capítulo el viernes después que Walsh, de 56 años, fue condenado el pasado 6 de diciembre por violar a tres niños durante un período de tres años hace tres décadas. Recibió una pena de 12 años de prisión.