CHINA - La Policía arrestó ayer a varios activistas que se habían convocado vía internet, imitación de lo ocurrido en Egipto para reclamar la renuncia de Mubarak. El pueblo asiático reclama el fin de la corrupción y de las abismales diferencias entre ricos y pobres
La prensa oficial china destacó hoy el intento el fin de semana de organizar grandes protestas en 13 ciudades del país a imitación de la "Revolución del Jazmín" en los países árabes, señalando que la población del país "prefiere la estabilidad social y reformas graduales, no radicales".
El diario Global Times, adscrito al grupo mediático del oficial Diario del Pueblo, señala que sólo unos centenares de personas se concentraron ayer, domingo, en Pekín, Shanghái, Cantón y Hong Kong después de haber sido convocados a través de internet un día antes en varias webs, entre ellas el popular foro Boxun.com.
El profesor del Instituto de Tecnología de Pekín, Hu Xingdou, citado por el diario, señaló que los conflictos sociales de China "están lejos de ser tan intolerables como los de Egipto, y con la mejora de las condiciones de vida la gente espera reformas graduales y soluciones a sus problemas".
Pese a las palabras de los expertos, el régimen chino mostró su inquietud por las protestas convocadas el fin de semana con un enorme despliegue policial de miles de efectivos en las 13 ciudades donde habían sido convocadas protestas en homenaje a la "Revolución del Jazmín" en los países árabes.
Al menos cinco personas –dos en Pekín y tres en Shanghai– fueron detenidas en los incidentes, y el Centro para los Derechos Humanos y la Democracia de Hong Kong denunció que en los últimos días decenas de activistas fueron amenazados, presionados o puestos en arresto domiciliario para no participar en la iniciativa, un trato a la disidencia que se prolonga desde hace meses.
Las protestas de ayer, aunque de pequeño tamaño comparadas con las de países como Egipto, Túnez, Argelia, Libia, Yemen o Bahréin, son las primeras que se registran en China como eco de las ocurridas en Oriente Medio, y se producen en un contexto decreciente inestabilidad social en el país debido a la fuerte inflación y a las dificultades en el mercado de la vivienda.
Los ciudadanos chinos critican desde hace décadas la fuerte corrupción de sus líderes a todos los niveles, y la brecha económica entre ricos y pobres en la nación, que año tras año aumenta.
El jazmín también es un símbolo cultural en China, al ser el tema principal de una de sus más famosas canciones tradicionales, una melodía que, precisamente, fue interpretada en diciembre durante la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz al disidente encarcelado Liu Xiaobo.