"¡Luz y Fuerza regresa, te perdonamos!" El clamor se generaliza en el centro del país donde los aumentos de los cobros de la Comisión Federal de Electricidad sugieren que la razón real de disolver Luz y Fuerza del Centro fue aplicar un aumento importante de las tarifas de electricidad.
En un principio el problema fueron los apagones. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) explicó que eran consecuencia de actos de sabotaje del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). En algunas zonas los apagones se prolongaron durante días o semanas, pero se dijo que eran lugares con fuerte presencia del SME y donde los trabajadores de la CFE no podían entrar porque eran agredidos por militantes del sindicato.
La mayoría de los usuarios comprendió las explicaciones y se mostró paciente. La gente estaba dispuesta a esperar que la CFE tomara el control de la situación y el servicio mejorara. El recuerdo de los abusos cometidos durante décadas por trabajadores y funcionarios de Luz y Fuerza del Centro (LyF) promovía la paciencia. En nada ayudaban a su causa los militantes del SME al realizar constantes manifestaciones y bloqueos de calles que irritaban a la población y la predisponían contra el sindicato.
Si las quejas que recibo en mi programa de radio son un indicador fidedigno, el número y la duración de los apagones ha bajado de manera significativa en las últimas semanas. Los equipos de trabajo contratados por la CFE han regularizado de forma gradual el servicio.
Pero el cobro por el servicio amenaza con destruir cualquier apoyo que pudiera haber tenido el Gobierno en su plan para reemplazar a LyF con la CFE. Un número importante de hogares está recibiendo recibos con incrementos de dos, tres o 10 veces lo que pagaban con anterioridad. Lo peor es que los recibos ahora son mensuales, pero con cantidades muy superiores a las que antes se cobraban por bimestre.
Los esfuerzos de los usuarios por resolver estos cobros excesivos llamando al teléfono establecido por la CFE para ese propósito, el 071, sólo lleva a que se les ordene: "Usted pague, ya después revisamos." En algunos casos se pretende que las personas cubran por electricidad más de lo que ganan mensualmente. La prepotencia que tanto daño le hizo a LyF en su trato con el público está afectando también a la CFE.
Me dice la secretaria de energía, Georgina Kessel, que es falso que se esté aplicando un alza generalizada en las tarifas de electricidad. El problema, me dice, es que el sistema de cobranzas de LyF era muy deficiente. Pero el número de familias que están sufriendo alzas fuera de toda proporción es creciente y la negativa de revisar los abusos con prontitud y respeto convierte en rehenes a quienes deberían ser clientes. La CFE abusa de la fuerza que le da el monopolio.
Hace algunas semanas el presidente Felipe Calderón me decía en una entrevista que el momento más positivo de su sexenio lo dio el operativo para disolver LyF y tomar sus instalaciones. Fue una acción que pudo haber terminado en violencia o con el SME atrincherado en las instalaciones. Pero la victoria será pírrica si el acto se utiliza nada más para aplicar un aumento de tarifas fuera de toda proporción razonable y se deja a los usuarios sin ningún mecanismo de defensa ante los abusos del monopolio.
Las tropas de combate de Estados Unidos se han retirado de Irak siete años después de la invasión iniciada en marzo de 2003. La guerra ha terminado en un fracaso a pesar de haber costado cientos de miles de vidas y más de 700 mil millones de dólares. Irak queda, por otra parte, sin un gobierno fuerte que pueda controlar la violencia sectaria que acumula cada vez más muertes.
"Los monopolios que hasta ahora dominan la economía mexicana no saben quién es su cliente. No le ponen atención, lo tratan como un cliente cautivo. Más que simplemente arrogantes, son ignorantes."
Peter Drucker
En un principio el problema fueron los apagones. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) explicó que eran consecuencia de actos de sabotaje del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). En algunas zonas los apagones se prolongaron durante días o semanas, pero se dijo que eran lugares con fuerte presencia del SME y donde los trabajadores de la CFE no podían entrar porque eran agredidos por militantes del sindicato.
La mayoría de los usuarios comprendió las explicaciones y se mostró paciente. La gente estaba dispuesta a esperar que la CFE tomara el control de la situación y el servicio mejorara. El recuerdo de los abusos cometidos durante décadas por trabajadores y funcionarios de Luz y Fuerza del Centro (LyF) promovía la paciencia. En nada ayudaban a su causa los militantes del SME al realizar constantes manifestaciones y bloqueos de calles que irritaban a la población y la predisponían contra el sindicato.
Si las quejas que recibo en mi programa de radio son un indicador fidedigno, el número y la duración de los apagones ha bajado de manera significativa en las últimas semanas. Los equipos de trabajo contratados por la CFE han regularizado de forma gradual el servicio.
Pero el cobro por el servicio amenaza con destruir cualquier apoyo que pudiera haber tenido el Gobierno en su plan para reemplazar a LyF con la CFE. Un número importante de hogares está recibiendo recibos con incrementos de dos, tres o 10 veces lo que pagaban con anterioridad. Lo peor es que los recibos ahora son mensuales, pero con cantidades muy superiores a las que antes se cobraban por bimestre.
Los esfuerzos de los usuarios por resolver estos cobros excesivos llamando al teléfono establecido por la CFE para ese propósito, el 071, sólo lleva a que se les ordene: "Usted pague, ya después revisamos." En algunos casos se pretende que las personas cubran por electricidad más de lo que ganan mensualmente. La prepotencia que tanto daño le hizo a LyF en su trato con el público está afectando también a la CFE.
Me dice la secretaria de energía, Georgina Kessel, que es falso que se esté aplicando un alza generalizada en las tarifas de electricidad. El problema, me dice, es que el sistema de cobranzas de LyF era muy deficiente. Pero el número de familias que están sufriendo alzas fuera de toda proporción es creciente y la negativa de revisar los abusos con prontitud y respeto convierte en rehenes a quienes deberían ser clientes. La CFE abusa de la fuerza que le da el monopolio.
Hace algunas semanas el presidente Felipe Calderón me decía en una entrevista que el momento más positivo de su sexenio lo dio el operativo para disolver LyF y tomar sus instalaciones. Fue una acción que pudo haber terminado en violencia o con el SME atrincherado en las instalaciones. Pero la victoria será pírrica si el acto se utiliza nada más para aplicar un aumento de tarifas fuera de toda proporción razonable y se deja a los usuarios sin ningún mecanismo de defensa ante los abusos del monopolio.
Las tropas de combate de Estados Unidos se han retirado de Irak siete años después de la invasión iniciada en marzo de 2003. La guerra ha terminado en un fracaso a pesar de haber costado cientos de miles de vidas y más de 700 mil millones de dólares. Irak queda, por otra parte, sin un gobierno fuerte que pueda controlar la violencia sectaria que acumula cada vez más muertes.
"Los monopolios que hasta ahora dominan la economía mexicana no saben quién es su cliente. No le ponen atención, lo tratan como un cliente cautivo. Más que simplemente arrogantes, son ignorantes."
Peter Drucker
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