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miércoles, 19 de enero de 2011

Arrestan a universitarios puertorriqueños en paro estudiantil

Elma Beatriz Rosado, viuda de Filiberto Ojeda -mártir puertorriqueño-, nos ha hecho llegar a la redacción deCubadebate la denuncia de queAlicia Petru Gerena, colaboradora del espacio televisivo La Mesa Redonda,fue arrestada junto a otros compañeros de estudio.
arresto-estudiante-universitarioLos jóvenes de la Universidad de Puerto Rico continúan con la huelga en contra de las medidas tomadas por el gobierno. En el blog Desde Adentro la prensa estudiantil publica el seguimiento a este y otros acontecimientos vinculados al paro.
Desde tempranas horas de la mañana los estudiantes del recinto de Río Piedras se encuentran realizando actos de desobediencia civil en repudio de la cuota de 800 dólares impuesta por la administración universitaria. Los jóvenes se han apostado en los diferentes portones que dan acceso al recinto universitario, sentándose en el piso en forma de cadena para impedir el paso vehicular.
La policía ya ha arrestado a varios universitarios y algunos presentes confirman que fueron golpeados dentro de la patrulla. Entre los encarcelados se encuentra una monja que intentaba disuadir a las fuerzas policiales de maltratar a los estudiantes.
Este acto de desobediencia civil pretende, además de ser una manifestación de protesta, obligar a la policía a manejar la situación de acuerdo al protocolo a seguir en casos de desobediencia civil, donde todo tipo de uso de fuerza y/o violencia es injustificada, indicó la estudiante Xiomara Caro, representante del Comité de Representación Estudiantil y estudiante de Derecho.

Calderón no combate crimen organizado

  • Delitos del crimen organizado que asolan a la sociedad mexicana –como el secuestro, tráfico de personas, pornografía infantil y lavado de dinero– no son prioridades para la “guerra” de Calderón. El Consejo de la Judicatura Federal admite haber dictado, en tres años, sólo 254 sentencias firmes contra secuestradores. Otros ilícitos, en la impunidad total
México.- La guerra que libra el presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa –y que ha costado la vida a más de 23 mil civiles– no combate los delitos del crimen organizado, tipificados en el artículo 2 de la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada.
Considerado uno de los ilícitos que más afecta a la sociedad mexicana en todos sus estratos, el secuestro es ejemplo de la impunidad que gozan los criminales en México. Entre diciembre de 2006 y febrero de 2010, sólo se dictaron 254 sentencias de última instancia por ese delito, revela a Contralínea el Consejo de la Judicatura Federal.
De los datos oficiales de esa institución, que rige al Poder Judicial en todo el país, se desprende que el secuestro no es el único ilícito en situación de impunidad: también destacan la asociación delictuosa, la pornografía infantil, el tráfico de personas, el lavado de dinero, el tráfico de órganos y el lenocinio de menores de 18 años.
El doctor Edgardo Buscaglia, experto en seguridad y académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México, refiere que no sólo existe el delito relacionado con el tráfico de estupefacientes. “Hay otros 21 tipos de delitos que, sumados al de la droga, dan incentivos (a los delincuentes) para enfrentarse al Estado mexicano y jugarse el todo por el todo”.
En entrevista, señala que “eso va a seguir expandiéndose mientras la administración de este presidente y de (los presidentes de) las futuras administraciones no tomen las medidas adecuadas. México puede llegar a correr el peligro de caer en un síndrome de somalización masiva en donde los 982 pequeños pedazos de territorio (que actualmente controla la delincuencia organizada) se lleguen a transformar en lo común y corriente”.
Indica que, para luchar “efectivamente” contra la mafia, lo que se necesita en México es aplicar cuatro medidas conocidas internacionalmente como “las cuatro ruedas”: desmantelamiento de las redes de lavado de dinero en los sectores político y empresarial, combate a la corrupción política, prevención social del delito y que sea la inteligencia civil la que realice las investigaciones en contra de los cárteles de la droga, con una dirección jurídica apropiada para que los procesos judiciales no se caigan.

Secuestros

En 2009 se denunciaron 1 mil 521 plagios (sin contar los de inmigrantes ni los exprés) por los cuales se exigió rescate, documenta El secuestro en México, elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal.
Las sentencias firmes impuestas por el Poder Judicial en los tres años de guerra contrastan con el número de secuestros denunciados sólo en 2009: las primeras representan apenas el 16.63 por ciento de los 1 mil 521 secuestros cometidos el año pasado.
El análisis del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal indica que el promedio nacional de privaciones ilegales de la libertad es de 14.5 por 1 millón de habitantes.
Añade que, en 2009, Chihuahua ocupó el primer lugar con al menos 315 denuncias por igual número de víctimas. No obstante, en tres años, el Juzgado Quinto de Distrito en Chihuahua sólo dictó dos sentencias de última instancia –es decir, que ya no se pueden recurrir ante ninguna autoridad– por secuestro.
Baja California presenta un contexto similar. Aunque ocupa el segundo lugar en incidencia de plagios –al sumar 132 denuncias el año pasado–, sus juzgados Quinto, Séptimo y Décimo de Distrito apenas dictaron 10 sentencias firmes por privación ilegal de la libertad, entre diciembre de 2006 y febrero de 2010.
—Una situación de impunidad virtualmente garantizada es el mejor caldo de cultivo para problemas de inseguridad agravados. No es posible que se asuma una visión limitada de pensar que, si los delincuentes disputan fundamentalmente entre ellos, no habrá consecuencias mayores para la sociedad –indica Carlos Flores, profesor asociado en el Center for Development and The Environment, de la Universidad de Oslo, Noruega.
“En 2009 hubo casi 200 por ciento más plagios que cuatro años atrás: 1 mil 521 es la cifra más alta en la historia”, señala El secuestro en México. Además, acusa que, entre 1990 y el año pasado, 667 secuestrados fueron asesinados durante el cautiverio. De éstos, 200 homicidios ocurrieron entre 2008 y 2009.
Para el diputado perredista Jesús Zambrano, “el saldo de muertos que lleva la lucha del Estado mexicano contra el crimen organizado” revela su fracaso. “No hemos logrado los objetivos que se pensaban, y ahí es donde se cuestiona la validez de la estrategia seguida por el titular del Ejecutivo, Felipe Calderón, que ha puesto prácticamente sólo el énfasis en la acción punitiva del Estado, es decir, en el papel de las fuerzas armadas, y no, primero, en los programas para la prevención social del delito”.

Crimen organizado, en la impunidad

Además del secuestro, la “guerra” calderonista “olvida” combatir ilícitos que asolan a la sociedad mexicana, como la asociación delictuosa, la pornografía infantil, el tráfico de personas y el lavado de dinero.
—Hay toda una variedad de actividades delictivas que se desarrollan bajo la modalidad “organizada”: los criminales las llevan a cabo permanentemente para obtener determinadas ganancias económicas a lo largo del tiempo. Algunas están más interconectadas que otras. Por eso, una actividad criminal de gran escala, como el trasiego masivo de drogas, implica generalmente la comisión de todo un conjunto de delitos asociados para facilitar la logística del mismo: se roban autos para contar con vehículos disponibles, se sobornan autoridades, se ejecuta la privación ilegal de la libertad de los enemigos (secuestros, si bien en este caso no extorsivos), se cometen múltiples homicidios como forma de imponer la voluntad al contrario –explica Carlos Flores, especialista en temas de seguridad.
De acuerdo con la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, los delitos cometidos por la mafia son: terrorismo, contra la salud, falsificación o alteración de moneda, lavado de dinero, acopio y tráfico de armas, de indocumentados, de órganos, secuestro, corrupción de menores o de personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de resistirlo, pornografía infantil, turismo sexual contra menores, lenocinio de menores, robo de vehículos y trata de personas.
Consultado por Contralínea, el Consejo de la Judicatura Federal revela una tendencia de impunidad en la mayoría de ésos. Tal es el caso del ilícito de delincuencia organizada, que apenas sumó 735 sentencias firmes entre diciembre de 2006 y febrero de 2010.
Carlos Flores, académico de la Universidad de Oslo, refiere que la impunidad que se vive en México favorece que los delitos conexos permanezcan sin castigo. Además, permite que otros delincuentes, que no necesariamente están vinculados con las grandes organizaciones, aprovechen las condiciones para llevar a cabo sus propias actividades criminales.
Tal sería el caso de la pornografía infantil. En su primer Análisis semestral de la pornografía infantil en internet, publicado en noviembre pasado, la Fundación Alia2 señala a México como el país con el mayor número de archivos en la red susceptibles de ser pornografía de infantes, seguido por España, Estados Unidos y Argentina.
De acuerdo con la organización, “la avalancha de este tipo de material en internet genera un incremento del número de adultos que desarrollan una conducta pedófila. Este crecimiento de pedófilos tiene como consecuencia directa el aumento de casos de pederastia y el de materiales con contenido pornográfico infantil demandados”.
Pese a ello, cifras oficiales del Consejo de la Judicatura Federal descubren que, en tres años de guerra contra la criminalidad, los juzgados de Distrito han dictado sólo seis sentencias firmes por pornografía infantil. Además, revela que por corrupción de menores se dictaron únicamente 53 se

Impunidad, la regla

Las operaciones con recursos de procedencia ilícita también se ubican entre los delitos que continúan impunes. De diciembre de 2006 a febrero de 2010 se emitieron 53 sentencias firmes por el ilícito que provee al crimen organizado todo su andamiaje operativo.
Además, en ese mismo lapso, ninguna persona fue sentenciada por tráfico de órganos ni por lenocinio contra menores; mientras que 10 personas fueron sentenciadas por terrorismo.
Fernando García Cordero, miembro de número de la Academia Mexicana de Ciencias Penales, cita al jurista Luigi Ferrajoli para explicar las consecuencias de la impunidad: el académico italiano vincula el fracaso de las democracias en todo el mundo al triunfo de la ilegalidad, a la quiebra del estado de derecho y a la violación sistemática de las constituciones nacionales, a partir de un análisis de lo que él llama criminalidad del poder.
Ese cáncer contemporáneo se expresa de tres maneras, detalla García Cordero: “La primera forma es la criminalidad de la delincuencia organizada, del crimen en todos sus niveles: narcotráfico, robo de vehículos, secuestro, tráfico de personas y de órganos, destrucción ambiental. Figuras que, a su vez, cobran expresión nacional e internacional. Es el poder de las mafias, de las camorras, de los cárteles, como decimos en México”.
La delincuencia que se da en los grandes enclaves económicos es la segunda forma. García Cordero –profesor por oposición de la materia derecho procesal penal en la Facultad de Derecho, de la Universidad Nacional Autónoma de México– indica que a esta forma la caracterizan tres rasgos: la corrupción y la complicidad con la delincuencia organizada y con los centros de poder político, la apropiación de los recursos naturales y la devastación del ambiente.
La tercera forma, explica, es la criminalidad del poder que actúa desde las estructuras del Estado, denunciadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos: desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas y homicidios, crímenes contra periodistas y comunicadores.
—Es la colusión de estas tres formas de criminalidad del poder la que explica la extensión de la ilegalidad y la que hace posible la impunidad. Por eso, en el saldo de la llamada “guerra contra la delincuencia organizada”, no encontramos ningún proceso por los delitos de lavado de dinero ni detenciones de empresarios, ni de servidores públicos juzgados por su complicidad con la delincuencia –señala García Cordero, también director de la revista Criminalia.
Considerado por la Organización de las Naciones Unidas como el tercer negocio ilícito más rentable en el mundo, el tráfico de personas es otro de los pendientes en la guerra de Felipe Calderón. De acuerdo con el Consejo de la Judicatura Federal, en tres años sólo se han dictado 3 mil 751 sentencias de última instancia por este ilícito.

Chivos expiatorios

Los delitos contra la salud y el acopio y tráfico de armas son los únicos que presentan miles de sentencias firmes. En el primer caso son 43 mil 849 y, en el segundo, 24 mil 918. Todas, dictadas entre diciembre de 2006 y febrero de 2010.
Respecto de las sentencias por delitos contra la salud, son por las modalidades de producción, transporte, tráfico, comercio, suministro, prescripción, introducción, extracción, siembra, cultivo y cosecha.
Aunque los datos estadísticos proporcionados por la autoridad judicial no especifican cuántas sentencias corresponden a cada modalidad, la Procuraduría General de la República admite (PGR) que sólo 1 mil 306 consignados entre diciembre de 2006 y febrero de 2010 tienen nexos probados con ocho cárteles de la droga (Contralínea 184).
De estos datos, se infiere que la mayoría de detenidos, consignados y sentenciados por delitos contra la salud es narcomenudista, consumidor, burro, campesino o incluso personas inocentes.
El doctor Carlos Flores, experto en temas de seguridad, explica que en un contexto de disputa entre las grandes organizaciones criminales –como el que se vive en México–, éstas echan mano de delincuentes menores e incluso de personas en condiciones económicas y sociales precarias, es decir de los grupos sociales más desprotegidos.
—Entre los incentivos que les ofrecen, está justamente la posibilidad de participar en actividades delictivas por su cuenta, pues de otra forma resultaría demasiado oneroso financiar los costos de la disputa entre organizaciones. La consecuencia es que estos delincuentes, que en todo caso sólo forman parte de manera muy periférica de las grandes organizaciones del narcotráfico, predan sobre la sociedad con otro tipo de delitos, como secuestros extorsivos, robos a agencias automotrices.
En su Informe de labores 2009, el Consejo de la Judicatura afirma: “El Poder Judicial de la Federación está comprometido con la seguridad, la legalidad y la justicia, sirviendo a la sociedad con estricto apego a las leyes y a los procedimientos que rigen su actuación y sus potestades, velando siempre por la vigencia del estado de derecho en todas sus actuaciones”. Ello, a pesar de los niveles de impunidad que registran sus propias estadísticas.
Para la elaboración de este trabajo y de toda la serie acerca de los resultados de la guerra contra las drogas, Contralínea solicitó conocer las versiones de la Presidencia de la República a través de su secretario técnico, Nicolás Lohmann; la Secretaría de la Defensa Nacional, por medio del general Ricardo Trevilla Trejo; y de la PGR, con Adriana Pérez, subdirectora de Información. Hasta el cierre de esta edición, no se obtuvo respuesta.
La Secretaría de Gobernación –por conducto de su subdirectora de Eventos, Dora González Lima– optó por remitir a sus boletines de prensa y a las declaraciones del secretario Fernando Gómez Mont. Según éste, el gobierno va ganando la guerra.

''No, a los niños no..."

MÉXICO, D.F., 18 de enero (Proceso).- Con su mano flaca y deforme, parecida a una pinza de cangrejo, el hombre extiende la copia de una carta que dirigió al ejército y firmó con su nombre: “Adán Abel Esparza Parra”. 
El autor de la carta, fechada el 14 de abril de 2008, es un ranchero amable de 30 años y habla queda, que ensaya una mueca constante, un simulacro de sonrisa. A mitad de algunas frases guarda silencio, como si su mente trepara precipicios o quizás regresara un año atrás, al 1 de junio de 2007, cuando quedó inútil para el trabajo, mutilado del alma, inhabilitado para la vida. 
Esa noche trasladaba a su familia en su pick up: en la cabina, a su lado, iban su esposa Griselda, su hermana Gloria Alicia y la maestra adolescente de sus hijos, Teresa de Jesús Flores Sánchez. Las mujeres llevaban sobre sus piernas a sus hijas Grisel Adanay y Juana Diosnirely, de tres y un año, respectivamente; en la caja viajaban los varones: su hijo mayor, Eduin Yoniel, de siete, y su sobrino menor por un año, José Duvuán, inseparables compañeros de juego. 
Ese día le había tocado llevar a su hermana Gloria y a Teresa a un curso de capacitación obligatorio para maestras rurales. De regreso a casa, las luces de las viviendas de La Joya de Martínez se divisaban como foquitos de Navidad. Al salir de una curva se toparon con militares del 24 Regimiento de Caballería Motorizado asignados a recorrer la sierra sinaloense, como miles más que peinan el país en busca de narcos, de armas y de drogas. 
“Estábamos a un kilómetro de la casa, cerquitas. No había ni una seña ni un soldado de esos que le hacen a uno el alto”, comenta el ranchero y enseguida guarda silencio, su espíritu migra a ese paraje. 
–Y pos’ nos dispararon –completa luego de un rato. 
El Adán Abel de aquella noche sintió un balazo en la mano que sostenía el volante. Con la camioneta en movimiento, bajó del vehículo con los brazos en alto y gritó: 
–¡No disparen, traigo a mi familia, vienen niños! 
Pero recibió un balazo en la otra mano. Ráfagas se incrustaron en la camioneta. Y en su mujer… en su hermana… en sus chiquitas… en su hijo y su sobrino. 
–Levantaba las manos para indicarles que no tiraran, les hacía el alto, pues. Los balazos me tumbaban al suelo, me levantaba y me tumbaban –recuerda un año después para esta entrevista. 
La camioneta, sin freno, se fue al barranco: quiso detenerla pero no pudo: tenía despojos en lugar de manos. “Yo ya no sabía de mí, vi que la camioneta se iba pero no alcancé a subir ni a frenar ni nada. El carro se fue. No le había puesto parkin a la camioneta en el mismo desespero de decirles que llevaba familia”. 
Con la camioneta desbarrancada, él tumbado en el piso, pidió ayuda a los soldados, suplicó que avisaran por celular a su familia, pero nadie lo atendió. Todos estaban ocupados, subían y bajaban la barranca donde se estrelló la camioneta, se asomaban al interior de la cabina, volvían a subir. Estaban como desquiciados. Pedían por radio instrucciones. 
–¡Auxilio, ayuda! –gritaba Adán Abel mientras tanto, con la esperanza de que algún vecino lo escuchara. En un golpe de determinación se arrastró al auto y aún no se explica cómo fue que sacó el radio con la boca, lo activó y avisó: “Nos acaban de balear”. 
Vio llegar después a sus hermanos, a su mamá y a los vecinos del pequeño rancho que desobedecieron a los soldados que les cerraban el paso. Entre todos sacaron de la camioneta los cadáveres de Griselda y de sus pequeñas Grisel Adanay y Juana Diosnirely. Heridos pero con vida encontraron a Edwin, Juan, Teresa, José Duvuán y Gloria. Los subieron a varios carros. En el lugar quedaron regados los cuadernos escolares forrados con dibujos infantiles. 
La gente esperó con los heridos en el campo abierto donde, según los militares, serían recogidos por un helicóptero; era cosa de esperarlo. Estuvieron a la intemperie media hora… una… dos horas… Hasta que se dieron cuenta del engaño. Tras discutir con los militares les arrancaron la autorización de llevar a los heridos por tierra al hospital, a condición de formar un convoy encabezado por vehículos verde olivo que jugaban el macabro juego del pa’lante-pa’tras: los camiones punteros avanzaban a un máximo de 40 kilómetros por hora, luego bloqueaban el camino, si es que no retrocedían.
–¿Qué pasa? –reclamó desesperado Eligio Esparza, hermano menor de Adán. 
–Eso merecen por haber atacado a los soldados –recibió por respuesta. 
Cada vez que un nuevo vehículo militar se incorporaba al convoy se repetía el ritual de revisar parejo a heridos, muertos y acompañantes, apuntarles con las armas, cortar cartucho si alguien repelaba e interrogarlos sobre la balacera. 
Al niño José Duvuán lo despertaron al jalarlo de la camiseta, le esculcaron el cuerpecito, le cortaron el pantalón para verle bien la herida en la nalga. 
–Señora, ¿qué pasó? –preguntó un militar recién incorporado a Fabiana Parra, la mamá de Adán y de Gloria, pasajera en esa caravana fúnebre. 
–Los militares atacaron. 
–No, señora, ¿cómo que los militares? Los militares no hacen eso, está equivocada –repeló su interrogador. 
“En vez de pedir ambulancias pedían refuerzos”, agrega en la entrevista doña Fabiana, quien escucha el relato desde el sillón de espaldas al comedor donde Adán Abel narra la tragedia. Aunque había simulado que no escuchaba la repetición de la misma historia no pudo reprimir su indignado comentario. 
El trayecto de dos horas duró ocho. La caravana llegó a las cuatro y media de la mañana al cuartel de Badiraguato. A los tripulantes no les autorizaron bajar de los vehículos. Esperaron al amanecer: vivos y muertos recostados juntos. La espera fue una agonía en la que vieron cómo se les iba escurriendo la vida a los heridos que sí habían aguantado el camino.
“Ya amanecimos en el carro junto con los cadáveres. Decían que no nos moviéramos a ningún lado hasta que no nos indicaran. Y ahí estuvimos. Hasta las ocho bajaron los cadáveres”, dice la abuela sin expresión. “Por el tiempo que hicimos en el camino, algunos de ellos, por lo menos dos, hubieran llegado con vida”. 
El radiograma Bu345644 en el que el capitán de la misión, Cándido Alday Arriaga, informó sobre los sucesos al comandante de la Novena Zona Militar en Culiacán, señalaba otra versión distinta que indicaba que al acercarse al retén la camioneta en la oscuridad el grupo le marcó el alto para inspeccionarla, pero nunca bajó la velocidad; al contrario, ¡les echaron cinco balazos! 
“El personal militar procedió a repeler la agresión disparando sus armas de fuego en contra del citado vehículo y sus tripulantes en repetidas ocasiones –continúa el reporte– y, una vez cesado el fuego, vio una persona herida en el camino, les proporcionaron los primeros auxilios, localizando en las inmediaciones del automóvil un costal al parecer de mariguana.” 
Las investigaciones de la CNDH sacaron a la luz otra verdad: los miembros del batallón no sólo dispararon a ciudadanos inocentes y dejaron morir a los sobrevivientes, también los quisieron culpar de su tragedia. Mientras Adán Abel suplicaba tirado en el piso que llamaran a su familia, ellos movían las evidencias para falsear los hechos. 
Ocho de los militares que dispararon estaban drogados (siete con mariguana, uno con cocaína y metanfetaminas). Uno no dejaba de reír cuando la gente, angustiada, auxiliaba a las víctimas. Los vecinos los recordaban bebiendo desde temprano al pie de la carretera. 
El cabo de sanidad Eladio Pérez Arriaga sí alertó a sus compañeros de que en la pick up viajaban niños, pero fue ignorado. En el hospital de Culiacán, donde fue internado por “estrés agudo con embotamiento emocional subjetivo, reducción en su relación con su entorno y reexperimentación del evento traumático”, en su delirio repetía: “No, a los niños no…”   l

“El Teak” activista de la APPO teme por su vida


México Oaxaca de Juárez, Oaxaca.Denunciamos acoso y persecución a Luis Felipe Rodríguez Martínez “teak” por parte de hombres armados y vestidos de civil que ponen en riesgo su integridad física y su vida. Denunciamos y alertamos que estos hechos de intimidación están relacionados  con el activismo  y participación política de Luis Felipe en el movimiento de la Asamblea Popular de los pueblos de Oaxaca (APPO) y en su  colaboración en diversos proyectos con nuestra organización Voces Oaxaqueñas Construyendo Autonomía y Libertad (VOCAL).
Denunciamos la pasividad del gobierno del estado de Oaxaca ante la ola de asesinatos políticos que han ocurrido en los últimos días del anterior gobierno y los primeros días del actual y la total impunidad que aun priva en estos crímenes situación que vulnera enormemente la actividad  de los activistas políticos y defensores de derechos humanos y las organizaciones sociales opositoras en Oaxaca.

Hechos: El día sábado 15 de enero de 2011 aproximadamente a la una de la tarde el C. Luis Felipe Rodríguez Martínez “teak” quien es artista plástico y activista del movimiento social de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca se dirigía de su domicilio al taller donde trabaja ubicado en la calle de García Vigil en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca a bordo de su motocicleta. A solo una cuadra de llegar a su taller se percato de la presencia de dos hombres vestidos de civil con ropa oscura y con casco a bordo de una motocicleta estacionados justo enfrente de su local pero sin descender de su vehiculo. Esto motivo que Luis Felipe decidiera dar vuelta  a la derecha sobre la calle de Quetzalcoatl una cuadra antes de llegar  a su taller, subiera sobre la calle de Porfirio Díaz y se retirara de ese lugar no sin antes percatarse que estos dos hombres seguían estacionados frente a su taller. El día Domingo 16 de enero a eso de las cuatro de la tarde un hombre desconocido llego a tocar a la puerta del domicilio de Luis Felipeubicado sobre la calle de Ignacio Mariscal en la unidad del ISSSTE en esta ciudad de Oaxaca y ante la negativa de Felipe a salir este hombre insistió una y otra vez hasta que se retiro. A las seis de la tarde de este mismo día 16 de enero cuando Felipe se disponía salir de su domicilio se percato que un hombre vestido de civil de aspecto de militar o agente policiaco a bordo de una motocicleta tipo yamaha de color rojo y negro estaba estacionado justo enfrente de su casa portando un arma de fuego tipo pistola en la cintura por lo que Felipe se introdujo a su domicilio de manera inmediata. Al darse cuenta de esto el hombre armado se asomo al interior de la casa de Felipe a través de los cristales y después de alrededor de cinco minutos de hacer esto se subió a su motocicleta y se retiro del lugar no sin antes dar varias vueltas en los alrededores de la casa de Luis Felipe. Derivado de esta situación Luis Felipe sufrió una crisis nerviosa que lo obligo a asistir unas horas mas tarde al hospital civil de esta ciudad de Oaxaca en compañía de su padre y su hermano.  Después de asistir al hospital y debido a que le recetaron unos medicamentos para controlar sus nervios, Luis Felipe, su padre y su hermano se dirigieron a bordo de su vehiculo familiar aproximadamente a las diez de la noche a una farmacia de las llamadas “similares” que se ubica junto al negocio de pinturas comex sobre la avenida camino nacional en el municipio conturbado de santa lucia del camino. Al estar su hermano y su padre en el interior de la farmacia y Luis Felipe a bordo del vehiculo estacionado frente a la misma, dos hombres a bordo de una motocicleta pararon cuatro veces frente al vehiculo mirando repetidas veces al interior del mismo, donde se encontraba Luis Felipe, durante la ultima vez que estos hombres pasaron frente al lugar donde se encontraba Luis Felipe también paso otra motocicleta manejada por un individuo vestido de civil que portaba una chamarra oscura y quien se retiro junto con la primer motocicleta donde viajaban los otros dos individuos. Una vez que el padre y hermano de Luis Felipe salieron de la farmacia y este les narro lo sucedido, emprendieron la marcha con destino al domicilio paterno de Luis Felipe Ubicado en la calle Segunda Privada de Prolongación de Hidalgo de la colonia calicanto ubicada en el municipio conurbano de Santa Lucia del Camino. Antes de llegar al domicilio paterno Luis Felipe, su padre y su hermano se detuvieron en una tienda llamada “Nati” ubicada sobre la calle de avenida ferrocarril para comprar algunas cosas, estando dentro de la tienda los tres se percataron que afuera de la misma se encontraba el mismo sujeto de la segunda motocicleta que minutos antes había pasado frente a la farmacia donde compraron los medicamentos para Luis Felipe. En esta ocasión el individuo se bajo de la motocicleta y sin dejar de mirar a Luis Felipe levanto el brazo para mostrar que debajo de la chamarra portaba un arma de fuego tipo pistola. Al ver esto Luis Felipe hizo el ademán de sacar su teléfono celular y hacer una llamada por lo que este individuo después de unos segundos de duda, saco también su celular, llamo por teléfono y se retiro del lugar. Después de estos hechos Luis Felipe y su familia decidieron que Luis Felipe se quedara a dormir en el domicilio paterno por seguridad y se dirigieron a bordo del vehiculo familiar al domicilio paterno antes mencionado. Una vez ahí a eso de las once y media de la noche escucharon que el perro de la casa empezó a  ladrar fuertemente, unos dos minutos después alguien toco el timbre y dado que era ya muy tarde y los antecedentes de ese día, sin abrir la puerta la madre de Luis Felipe pregunto quien llamaba, después de varios minutos que la persona que llamaba no contestaba pero seguía tocando el timbre, al final grito que buscaba  a una persona que no pudo identificarse el nombre pues la voz era ininteligible, la madre de Luis Felipe respondió que ahí no vivía esa persona y que no podía abrir porque ya era muy noche. Después de esto el hombre que llamaba ya no volvió a tocar el timbre pero el perro de la casa siguió ladrado por horas.  A eso de las cuatro de la mañana del día lunes 17 de enero y debido a que el perro seguía ladrando Luis Felipe llamo por teléfono al 066 para denunciar la presencia de personas extrañas fuera de su domicilio y solicitar auxilio policiaco el cual nunca llego a pesar que le fueron pedidos su nombre y dirección información que el proporciono de manera clara e inmediata.
Denunciamos: El clima de violencia y de impunidad que priva en Oaxaca y que vulnera enormemente el actuar de activistas políticos, organizaciones defensoras de derechos humanos y organizaciones sociales en general. En los últimos días del anterior gobierno y los primeros días del actual han sido cometidos asesinatos políticos contra personajes diversos como  Catarino Torres Pereda de la organización CODECI y 22 horas después el asesinato de Heriberto Pazos Ortiz de la Organización Mult y días después el asesinato de Rubén Marmolejo “el dragón” cabe mencionar que estos dos últimos crímenes tienen en común el modus operandi de haber sido realizados por hombres a bordo de motocicletas tales como los que denunciamos, han estado acosando y persiguiendo a Luis Felipe Rodríguez Martínez “Teak”. Apenas el 13 de enero fue asesinado el presidente municipal electo de Santiago Amoltepec, Oaxaca Luis Jiménez Mata. En todos estos casos ningún crimen ha sido aclarado y en todos ellos priva la total impunidad.
Solicitamos: La solidaridad a todas las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales, organizaciones sociales y ciudadanos para que envíen esta denuncia a todas las dependencias y funcionarios del gobierno federal y del estado  de Oaxaca encargados de velar por la protección de los derechos humanos fundamentales, así mismo les solicitamos que se elaboren nuevos llamados de observación y que se mantenga pendientes de la situación de seguridad de Luis Felipe Rodríguez Martínez “Teak”. Les pedimos a todos y todas enviar copia de sus denuncias y firmas de apoyo a los correos electrónicos: vocal@riseup.net yesther.cruz@hotmail.com.
Enviar esta denuncia a los siguientes funcionarios y dependencias:
 Lic. Gabino Cue Monte agudo
Gobernador del estado de Oaxaca
Ciudad Administrativa Benemérito de las Américas
Carretera Oaxaca-Istmo Km 11.5, Tlalixtac de cabrera, Oaxaca
C.P. 68270
Conmutador 01 (951) 501 50 00
Twitter: @GabinoCue
Facebook: http://www.facebook.com/update_security_info.php?wizard=1#!/pages/Gabino-Cue-Monteagudo/138058255832?v=wall
 Antonia Irma Piñeyro Arias
Secretaría General de Gobierno
Palacio de gobierno, planta baja
Col. Centro, CP. 68000
Tel. 01 (951) 514 73 55
 Lic. Manuel de Jesús López López
Procuraduría General del Estado
No hay contacto público disponible
 Lic. Marco Tulio López Escamilla
Secretaría de Seguridad Pública
No hay contacto público disponible
 Dr. Heriberto Antonio García
Presidente de la Comisión para la defensa de los derechos humanos de Oaxaca
Teléfonos: 01 (951) 50 30 520.
Calle de los derechos humanos 210, Colonia America, Oaxaca de Juárez, Oaxaca.
CP. 68050
 VOCES OAXAQUEÑAS CONSTRUYENDO AUTONOMIA Y LIBERTAD
VOCAL


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