La empresa ABB, conocida por otorgar sobornos millonarios a ex funcionarios de la CFE para la entrega de contratos, firmó varios de éstos con México para ofrecer desde tarjetas electrónicas hasta subestaciones eléctricas para la Comisión Federal de Electricidad.
CFE otorgó un contrato de 2008 a 2009, a ABB México por más de 130 millones de pesos por al menos cuatro “subestaciones” eléctricas. El más reciente contrato concluirá este año.
La empresa ABB también le vendió a México “interruptores electromagnéticos” por los cuales se pagaron casi 100 mil pesos. Estos fueron utilizados para una Central conocida como “El Sauz”. Este contrato, así como la gran mayoría firmados por el gobierno mexicano y ABB, fueron “adjudicación directa”, es decir, no hubo concurso con otras empresas.
Luz y Fuerza del Centro, la extinta paraestatal que apenas el año pasado decidió liquidar el jefe del Ejecutivo, adquirió “Equipos de Fibra Óptica” por parte de ABB México, a través de una Licitación Pública Internacional. En total, Luz y Fuerza firmó tres contratos diferentes con ABB por un total de 52 millones de pesos. La unidad que celebró el contrato fue la Gerencia de Servicios, que estaba a cargo de Emilio Oropeza Muñoz, quien todavía este año se encargó de administrar las empresas que dotaban de diversos servicios a Luz y Fuerza del Centro y que migraron a la CFE.
Un “Compensador Estático de Voltamperes Reactivos” fue lo más caro que le compró Luz y Fuerza a ABB.
La adquisición de Luz y Fuerza, que sirvió para compensar los cambios de tensión del sistema eléctrico, costó 216 millones de pesos y fue en diciembre de 2006 cuando se firmó el contrato con la empresa transnacional.
El contrato fue firmado por el Coordinador de Seguridad, cuya titularidad estaba a cargo de José María Álvarez Ochoa, encargado del área.
Por un “Apartarrayos”, la CFE pagó 2 millones de pesos y por “Servicios Ambientales” en el centro Huinala, en Nuevo León, pagó 320 mil pesos.
ABB también le vendió “mobiliario” a CFE por casi 2 millones de pesos, postes, torres y estructuras metálicas por casi 20 millones de pesos y equipo de cómputo por 2 millones de pesos.
Lilia Saúl
Estamos de vuelta
Hace 9 años
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