A las 8.00 de la noche, les harán un recibimiento en el Auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas, SME, por organizadores del Foro Mundial de Migración.
La caravana llegó primero al estado mexicano de Veracruz, especificamente en la casa de La Patrona. Aquí fueron recibidas por mujeres de La Patrona, famosas por preparar alimentos y entregarlos a migrantes que viajan en trenes.
Las hondureñas llevaron comida a la vía de los trenes para entregar comida a los compatriotas que van mojados siguiendo "La ruta del mojado".
Las valientes compatriotas continúan con ánimos y con la fe de dar con el paradero de hondureños desaparecidos en México.
La cónsul salvadoreña en Veracruz, Claudia Cifontes, visitó a las madres hondureñas en La Patrona para darles ánimo en su búsqueda. Además las felicitó por su labor y lamentó la ausencia de la delegación consular de Honduras en México.
Trece madres y dos hombres recorren los diferentes puntos fronterizos que utilizan los indocumentados centro y suramericanos para llegar a Estados Unidos. Hoy llegarán a Ciudad de México donde estarán en en el Foro Mundial de los Pueblos en Movimiento que inicia mañana.
Entre lágrimas y vivas reciben a la caravana
Alegría, llanto y risas. La noche de llegada a ese poblado mexicano fue más que emotiva. Las madres que buscan a migrantes desaparecidos fueron recibidas como verdaderas heroínas.
La caravana de la esperanza que busca a hondureños desaparecidos fue recibida por un centenar de emigrantes acogidos por el padre José Alejandro Solalinde en la casa hogar Hermanos en el Camino.
Al llegar, los que van en busca de un sueño aplaudieron la valentía del grupo de once madres y dos miembros más de la Red Comifah que se aventuraron para dar con los compatriotas desaparecidos en el camino a Estados Unidos.
“Me sentí tan emocionada porque jamás pensé que nos iban a recibir de esta manera. Hasta lloré de la alegría”, dijo doña Emeteria Martínez, la más longeva del grupo, quien aclaró que pese a las dificultades y la pesadez del viaje le sobran energías para continuar el recorrido.
“No podía ni hablar de la emoción. Venimos con la bendición de Dios porque esto no lo esperábamos”, dijo Olga Lidia Navarro, mientras doña Nely Rosa Santos, otra de las viajeras, no podía contener las lágrimas de emoción. “Éstas son las cosas que hacen que uno se sienta más motivado a hacer este tipo de tareas de búsqueda”, comentó Santos.
Y cómo no sentir emoción si los emigrantes acogidos en esa casa hogar, en su mayoría hondureños, recibieron a las valientes mujeres con pancartas y vivas por la loable tarea que se han impuesto al recorrer la misma ruta que a diario toman miles de mojados.
“Les damos la bienvenida y las felicitamos por tomar la decisión de hacer este recorrido. Estoy seguro de que esta actividad sensibilizará el corazón de las personas que les hacen daño a los emigrantes”, dijo el padre José Alejandro Solalinde, director y fundados de la casa Hermanos en el Camino.
El padre Solalinde además es coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana, organización que colabora con la caravana de hondureños. Les explicó a las mujeres la labor de la fundación que preside desde 2007.
Se despiden en las vías
Como bien dice el refrán, “después de un gustazo viene el trancazo” y efectivamente, después de compartir pláticas con compatriotas hondureños durante la noche, el grupo de madres fue testigo de uno de los momentos más tristes: la despedida de los que se van en el tren.
A las 3.00 am de ayer, más de 300 ilegales abordaron un tren de carga que conduce desde Ixtepec hasta Medias Aguas, donde se juntan las dos principales rutas ferroviarias de México.
“Tenemos testimonios de emigrantes que han sido secuestrados masivamente en esa zona. Ahí los extorsionan, los golpean y en muchos casos hasta los matan”, agregó Rubén Figueroa, que también es representante del Foro Mundial Alternativo de los Pueblos en Movimiento.
Y llegó el momento de alistarse para abordar uno de esos vagones. Mujeres y hombres, en su mayoría jóvenes, especialmente hondureños y salvadoreños, luchaban por situarse en la “bestia de acero”. Algunos iban desvelados, ebrios y agotados; otros, sin equipaje ni un familiar que los despidiera.
Asaltan el tren
Las palabras de Figueroa, que adelantaba los peligros del viaje a los que se exponían los mojados que partieron de Ixtepec, se volvieron proféticas un par de horas después. La mayoría de migrantes a bordo fueron asaltados dos horas después de salir en el tren de carga.
“Comenzaron a pedirles dinero a todos. Fue de madrugada. No me quitaron nada porque les dije que no llevaba dinero”, explico Ernesto, el hondureño que llegó asustado con la noticia a la casa de acogida a migrantes Hermanos en el Camino.
“A los otros chavos sí les robaron”, dijo el jovencito, quien no precisó la nacionalidad de quienes cometieron el hecho.
“Sólo sé que eran cinco, de los mismos migrantes que iban en el tren, no supe si eran mexicanos o centroamericanos”, agregó.
Relató que el tren fue detenido en la estación de Matías Romero, de donde bajaron a los pocos mojados que quedaban en él. “Nos bajaron porque dijeron que saldría hasta más tarde. Los demás se quedaron para seguir el camino, pero regresé porque aquí estaban mis amigos en la casa”, explicó.
El testigo del asalto en el tren dijo que apenas quedaron unos 70 mojados porque el resto se escapó, temiendo que se tratara de un secuestro.
Irían a Tamaulipas
Elvira Arellano, activista del Foro Mundial Alternativo de Pueblos en Movimiento, expresó ante los medios de comunicación su indignación tras el atraco. “Es vergonzoso que el estado de México esté organizando un foro de migración cuando a diario maltratan a los migrantes”, dijo con enfado.
“Me siento muy avergonzada como mexicana al ver cómo este grupo de madres de Honduras recorre el país para buscar a familiares desaparecidos y conocer la vida del migrante”, agregó.
Organizaciones humanitarias podrían financiar un recorrido adicional al planificado para que el grupo pueda viajar a San Fernando, Tamaulipas, en la frontera norte de México. En ese sitio fueron asesinados los 72 migrantes el 22 de agosto pasado.
Ayer, luego de un recorrido por las vías y una misa de acción de gracias, la peregrinación viajó a Veracruz, adonde llegaron anoche.
Busca a su familiar perdido hace diez años
El hondureño Carlos Lenín Godoy, oriundo de Danlí, El Paraíso, desapareció cuando decidió emigrar a Estados Unidos hace diez años, pero su familia tiene fe en que aún está con vida.
Su cuñada Diana Patricia Salcedo llegó ayer a LA PRENSA y trajo fotografías suyas con la esperanza de que los peregrinos en México las vean y la incluyan en su búsqueda. Godoy tiene dos niñas que procreó con Martha de Jesús Salcedo. “Él adoraba a sus niñas más que a su vida. Por eso, mi hermana no se explica por qué no se ha comunicado”, dijo. La última vez que supieron de él fue el 11 de enero de 2003, cuando se enteraron de que estaba en Chiapas. En caso de saber de él, enviar información al correo alexelangel17@hotmail.com.
No hay comentarios:
Publicar un comentario