México.- Marisela Reyes, y su madre Sara Salazar, después de agradecer los apoyos de la comunidad juarense e internacional de derechos humanos, anunciaron que su lucha seguirá por la exigencia de la justicia y en defensa de la vida en Ciudad Juárez.
Ambas resignadas por sus pérdidas, recobran rápidamente las fuerzas de la lucha de los derechos humanos y exponen sus peticiones de esperanza para que regrese la justicia a toda la entidad y específicamente a su Juárez y su Valle.
"Ahora lo que sigue es permanecer en el plantón para que las autoridades busquen a los asesinos", señala Sara Salazar y convoca para el sigueinte sábado 5 de marzo "a todas las personas que quieran unirse a nuestra lucha desde Juárez".
Esta familia se inició en la defensa de los derechos humanos desde 2008, cuando desaparecieron a manos de militares a los hijos de Josefina Reyes. Un grito, una orden militar y los uniformados entraron a sus casas, a sus vidas, y a su tranquilidad. Hoy, con con siete asesinatos desde entonces, no han dejado de denunciar las violaciones y atropellos en toda la comunidad. La familia Reyes enarbola nuevamente una bandera de justicia para todos, una bandera para frenar la impunidad de los criminales que han reducido a Juárez a la cuarta parte de la población.
Según los demógrafos locales, las balas que han recibido los hijos de Juárez, equivaldría en el Distrito Federal a 35 mil personas asesinadas. En 2008, de aceurdo a las bitácoras judiciales, una persona moría cada 24 horas. En 2009, eran doce personas los que caían diariamente. En el 2010, se calculó un promedio de nueve muertes diarias. Pero las agresiones a la población en el 2011, no cesan. Por eso, Marisela Reyes justifica la necesidad de continuar la lucha, por la memoria de sus hermanos, pero también por la vida de los que aún están presentes en Guadalupe, Valle de Juárez y en Ciudad Juárez.
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