Otros tres involucrados fueron detenidos y trasladados a Juárez a disposición de las autoridades competentes.
Elementos del Ejército Mexicano protegieron una patrulla de la Policía Federal donde los menores fueron resguardados tras recibir una brutal golpiza; ambos fueron encerrados en la unidad con los vidrios cerrados y murieron lentamente sin recibir atención médica.
Cerca del vehículo oficial, la madre de uno de los jóvenes masacrados por la multitud fue testigo del acto de justicia ciudadana sin poder hacer algo por salvar la vida de su hijo y a pesar de sus gritos nadie frenó la agresión.
Esta es la primera vez que los habitantes de la comunidad de Ascensión, ubicada a 170 kilómetros al poniente de Ciudad Juárez, hacen justicia por su propia mano y advirtieron públicamente que conformarán un grupo de seguridad ciudadana y portarán armas de fuego.
“Que no se exprese mal la autoridad de lo que hicimos porque si no el pueblo va a estar más caliente. Todo el pueblo, los agricultores, todos vamos a estar listos para lo que venga, porque aquí no hay ley, ni municipales, ni estatales, ni cipoles, ni federales, ni nadie”, gritó uno de los enardecidos ciudadanos.
Y no es para menos. Con menos de 7 mil habitantes, el pueblo ha sufrido en los últimos años hasta tres secuestros por semana, según denunciaron.
La comisión del grave delito, aunado a la extorsión y los homicidios dolosos han provocado que decenas de negocios cierren sus puertas y las familias se muden a otros estados. El hartazgo es total, afirmaron ayer.
“No vamos a permitir nada más. Cómo le hacemos, vienen estos (soldados y policías federales) nomás a enamorarse, mientras aquellos (secuestradores) se llevan a puras niñas”, indicaron.
–¿La población de Ascensión va a permitir que la impunidad prevalezca?, se les preguntó.
“Nosotros vamos a hacer un grupo de vigilancia del pueblo, nos vamos a armar y hacerlo ya. Los lebarones sí pudieron armarse y nosotros no, ¿por qué? ¿Nomás porque son gringos? Vamos a armarnos y a matar a aquel que le haga daño a la sociedad”, advirtieron.
Ayer el Gobierno del Estado emitió un comunicado de prensa mediante el cual anunció el inicio de las indagatorias para determinar si los fallecidos estaban involucrados en la comisión de un acto delictivo.
Además, esperan los resultados de la autopsia para determinar la causa de muerte de los menores, ya que se presume que fue por asfixia al ser encerrados en el auto y no por los golpes recibidos.
“Ante la serie de versiones que se derivaron de la detención y muerte de estas personas, sobre quienes pesa un señalamiento como secuestradores, es necesario puntualizar que en estos momentos se realiza la necropsia de ley para conocer la causa de su fallecimiento, así como las averiguaciones para conocer su posible participación en actos ilícitos”, cita el texto oficial.
El alcalde Rafael Camarillo advirtió anoche que miles de personas participaron en este hecho y aseguró que si se vuelve a registrar un secuestro más, “esto (el linchamiento) va a volver a ocurrir”, aseveró.
El último secuestro
Las actividades comerciales en Ascensión iniciaron desde temprana hora. Uno de los primeros negocios que abrió sus puertas fue un restaurante de mariscos ubicado por una de las principales calles de esta comunidad.
Poco después de las ocho de la mañana llegó al negocio un grupo de hombres armados que amagó a la propietaria y a la cajera del restaurante. La mujer adulta escapó pero se llevaron a la jovencita.
“Los que vieron esto luego luego les pusieron cola, ellos tomaron la brecha Del Camello con rumbo a Buena Vista y en eso pasaron unos militares, los secuestradores se toparon con unos militares y empezó una persecución y al tratar de regresar al pueblo se volcaron”, dijo un testigo de los hechos.
La persecución la realizaron a caballo, a pie y en vehículos, lo que permitió que cinco supuestos plagiarios fueran detenidos por los habitantes de esta comunidad, sin embargo, uno logró escapar.
Se informó que la unidad que tripulaban los agresores había sido hurtada minutos antes del secuestro a un agricultor menonita que fue interceptado por Buena Vista a punta de pistola.
Tras el accidente vehicular, los vecinos rescataron a la adolescente.
Los menores no portaban armas de fuego y por su edad ahí mismo fueron entregados a los elementos de la Policía Federal.
La posibilidad de que los jovencitos fueran liberados enardeció a los ciudadanos que interceptaron la patrulla 13371 y sometieron a golpes a los agentes federales.
A los pasajeros que iban esposados los bajaron de la unidad oficial y empezaron a pegarles con los puños cerrados, a patadas, les jalaron el cabello y los arañaron.
Como pudieron, los federales “rescataron” a los adolescentes y a bordo de la unidad llegaron a resguardarse a las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional donde decenas de militares cerraron el acceso a los ciudadanos que burlaron el cerco montado por los soldados.
Los agentes de la PF solicitaron refuerzos al destacamento en Ciudad Juárez, mientras que el personal castrense optó por trasladar a esta frontera a los tres detenidos fuertemente custodiados.
La intención de los pobladores era calcinar los cuerpos ahí mismo, trascendió, por lo que fue necesario que elementos del Ejército Mexicano resguardaran la patrulla de la turba enardecida.
Para entonces eran poco más de las once de la mañana.
Los refuerzos de la Policía Federal llegaron al lugar poco después de las tres de la tarde. En el trayecto fue observado el contingente que comandaba Vidal Díaz Ochoa. Decenas de oficiales comían ‘burritos’ en el entronque a Puerto Palomas de Villa.
A pesar de que los cuerpos llevaban varias horas sin vida, la Policía Ministerial Investigadora no acudía al lugar y fue hasta que llegó la PF que se acercaron cinco patrullas de la Agencia Estatal de Investigaciones y la Unidad Especializada en la Escena del Crimen de Galeana.
La Policía Ministerial declinó acudir al lugar hasta que no hubiera seguridad para que realizaran su trabajo. Por este motivo fueron fuertemente abucheados por los ciudadanos.
Una vez que los familiares de la joven secuestrada confirmaron que los jóvenes estaban muertos, aceptaron retirarse del lugar.
“Esto ya estuvo, ya estuvo, vámonos, vámonos ya por favor”.
Las actividades comerciales en Ascensión iniciaron desde temprana hora. Uno de los primeros negocios que abrió sus puertas fue un restaurante de mariscos ubicado por una de las principales calles de esta comunidad.
Poco después de las ocho de la mañana llegó al negocio un grupo de hombres armados que amagó a la propietaria y a la cajera del restaurante. La mujer adulta escapó pero se llevaron a la jovencita.
“Los que vieron esto luego luego les pusieron cola, ellos tomaron la brecha Del Camello con rumbo a Buena Vista y en eso pasaron unos militares, los secuestradores se toparon con unos militares y empezó una persecución y al tratar de regresar al pueblo se volcaron”, dijo un testigo de los hechos.
La persecución la realizaron a caballo, a pie y en vehículos, lo que permitió que cinco supuestos plagiarios fueran detenidos por los habitantes de esta comunidad, sin embargo, uno logró escapar.
Se informó que la unidad que tripulaban los agresores había sido hurtada minutos antes del secuestro a un agricultor menonita que fue interceptado por Buena Vista a punta de pistola.
Tras el accidente vehicular, los vecinos rescataron a la adolescente.
Los menores no portaban armas de fuego y por su edad ahí mismo fueron entregados a los elementos de la Policía Federal.
La posibilidad de que los jovencitos fueran liberados enardeció a los ciudadanos que interceptaron la patrulla 13371 y sometieron a golpes a los agentes federales.
A los pasajeros que iban esposados los bajaron de la unidad oficial y empezaron a pegarles con los puños cerrados, a patadas, les jalaron el cabello y los arañaron.
Como pudieron, los federales “rescataron” a los adolescentes y a bordo de la unidad llegaron a resguardarse a las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional donde decenas de militares cerraron el acceso a los ciudadanos que burlaron el cerco montado por los soldados.
Los agentes de la PF solicitaron refuerzos al destacamento en Ciudad Juárez, mientras que el personal castrense optó por trasladar a esta frontera a los tres detenidos fuertemente custodiados.
La intención de los pobladores era calcinar los cuerpos ahí mismo, trascendió, por lo que fue necesario que elementos del Ejército Mexicano resguardaran la patrulla de la turba enardecida.
Para entonces eran poco más de las once de la mañana.
Los refuerzos de la Policía Federal llegaron al lugar poco después de las tres de la tarde. En el trayecto fue observado el contingente que comandaba Vidal Díaz Ochoa. Decenas de oficiales comían ‘burritos’ en el entronque a Puerto Palomas de Villa.
A pesar de que los cuerpos llevaban varias horas sin vida, la Policía Ministerial Investigadora no acudía al lugar y fue hasta que llegó la PF que se acercaron cinco patrullas de la Agencia Estatal de Investigaciones y la Unidad Especializada en la Escena del Crimen de Galeana.
La Policía Ministerial declinó acudir al lugar hasta que no hubiera seguridad para que realizaran su trabajo. Por este motivo fueron fuertemente abucheados por los ciudadanos.
Una vez que los familiares de la joven secuestrada confirmaron que los jóvenes estaban muertos, aceptaron retirarse del lugar.
“Esto ya estuvo, ya estuvo, vámonos, vámonos ya por favor”.
Agradece PF linchamiento
“Queremos agradecerles lo que hicieron”, dijo un elemento de la Policía Federal a los hombres que confirmaron el deceso de los dos presuntos secuestradores.
“Esto es lo que hizo un chavalo que lo vimos crecer, hizo tanto mal al pueblo, a ese hombre (“El cubano”) por favor no lo vayan a soltar”, demandó el ciudadano molesto.
“Claro que no, créanos, no lo vamos a soltar, vamos a investigar aquí todas esas cosas, yo lo entiendo y les agradecemos mucho su apoyo”, reitero el oficial cuya identidad no trascendió.
–“Mire cómo está el pueblo, harto, harto”, dijo el ciudadano.
–“Yo lo sé, yo lo sé, créame, vamos a investigar”, respondió el oficial.
Luego el ciudadano fue entrevistado por El Diario.
“Yo no puedo decir nada, mire qué bueno que ya todo está acabado, aquí están los muertos, ya están muertos, sí, ya están muertos”, señaló.
–¿Este es un acto de justicia? ¿Es la primera vez que en Ascensión ocurre algo así?, se le inquirió.
“No vamos a permitir nada. Teníamos tres secuestros por semana en un pueblo de 7 mil habitantes, cómo le hacemos, luego vienen estos (policías y militares) nomás a enamorarse, mientras aquellos (secuestradores) se llevan a puras niñas secuestradas”, dijo otro ciudadano entrevistado.
Los vecinos estaban molestos ante la indolencia de las autoridades de los tres niveles de gobierno y afirmaron que el total de corporaciones policiacas están coludidas con los delincuentes.
“Ya vinieron todos los federales ahorita, pero vienen nomás a recoger los cuerpos de los malandros, pero cuando hay un secuestro no viene nadie, aquí no pasa nada. Yo lo que quiero saber es por qué la (Policía) Ministerial no hace nada, fuimos a poner la denuncia y nos dijo el MP que la denuncia por secuestro la teníamos que ir a poner a Chihuahua y eso es porque ellos están inmiscuidos”, afirmó el entrevistado.
“Queremos agradecerles lo que hicieron”, dijo un elemento de la Policía Federal a los hombres que confirmaron el deceso de los dos presuntos secuestradores.
“Esto es lo que hizo un chavalo que lo vimos crecer, hizo tanto mal al pueblo, a ese hombre (“El cubano”) por favor no lo vayan a soltar”, demandó el ciudadano molesto.
“Claro que no, créanos, no lo vamos a soltar, vamos a investigar aquí todas esas cosas, yo lo entiendo y les agradecemos mucho su apoyo”, reitero el oficial cuya identidad no trascendió.
–“Mire cómo está el pueblo, harto, harto”, dijo el ciudadano.
–“Yo lo sé, yo lo sé, créame, vamos a investigar”, respondió el oficial.
Luego el ciudadano fue entrevistado por El Diario.
“Yo no puedo decir nada, mire qué bueno que ya todo está acabado, aquí están los muertos, ya están muertos, sí, ya están muertos”, señaló.
–¿Este es un acto de justicia? ¿Es la primera vez que en Ascensión ocurre algo así?, se le inquirió.
“No vamos a permitir nada. Teníamos tres secuestros por semana en un pueblo de 7 mil habitantes, cómo le hacemos, luego vienen estos (policías y militares) nomás a enamorarse, mientras aquellos (secuestradores) se llevan a puras niñas secuestradas”, dijo otro ciudadano entrevistado.
Los vecinos estaban molestos ante la indolencia de las autoridades de los tres niveles de gobierno y afirmaron que el total de corporaciones policiacas están coludidas con los delincuentes.
“Ya vinieron todos los federales ahorita, pero vienen nomás a recoger los cuerpos de los malandros, pero cuando hay un secuestro no viene nadie, aquí no pasa nada. Yo lo que quiero saber es por qué la (Policía) Ministerial no hace nada, fuimos a poner la denuncia y nos dijo el MP que la denuncia por secuestro la teníamos que ir a poner a Chihuahua y eso es porque ellos están inmiscuidos”, afirmó el entrevistado.
El hartazgo
“Esto empezó a las 8 de la mañana, secuestran a la niña y todo el pueblo se unió para ir a perseguirlos, ellos balacearon dos casas y todo el pueblo se fue tras ellos”, explicaron casi a gritos los ciudadanos.
“Hay una brecha, El Camello, esta banda de delincuentes opera cada semana allí y lo triste es que las autoridades nada más se lavan las manos y cada semana son los mismos, piden la cuota y toda la gente estamos hartos”, denunciaron.
“Aquí no hay autoridades, nomás cobran el cheque y todos saben lo que aquí pasa y nunca hacen nada, se hacen pendejos”, afirmaron, para luego hacer una seria recomendación.
“Esto es lo que deben hacer los juarenses, en Chihuahua, es lógico, las autoridades no sirven para nada. Esto (la detención y muerte de los presuntos secuestradores) la hizo el pueblo, no las autoridades y ahora sí la policía se va a parar el cuello de que ellos fueron, pero que no digan que fueron ellos, los agricultores los agarraron, a caballo, a pie, pero los agarraron”, afirmaron.
“Esto empezó a las 8 de la mañana, secuestran a la niña y todo el pueblo se unió para ir a perseguirlos, ellos balacearon dos casas y todo el pueblo se fue tras ellos”, explicaron casi a gritos los ciudadanos.
“Hay una brecha, El Camello, esta banda de delincuentes opera cada semana allí y lo triste es que las autoridades nada más se lavan las manos y cada semana son los mismos, piden la cuota y toda la gente estamos hartos”, denunciaron.
“Aquí no hay autoridades, nomás cobran el cheque y todos saben lo que aquí pasa y nunca hacen nada, se hacen pendejos”, afirmaron, para luego hacer una seria recomendación.
“Esto es lo que deben hacer los juarenses, en Chihuahua, es lógico, las autoridades no sirven para nada. Esto (la detención y muerte de los presuntos secuestradores) la hizo el pueblo, no las autoridades y ahora sí la policía se va a parar el cuello de que ellos fueron, pero que no digan que fueron ellos, los agricultores los agarraron, a caballo, a pie, pero los agarraron”, afirmaron.
Descomposición social, el problema
Para los vecinos de Ascensión, el deterioro del tejido social es el verdadero problema, que se agrava por la ineficacia de las autoridades para prevenir la comisión del delito y castigar a los infractores y delincuentes.
Los colonos sabían que los ahora fallecidos participaban en una supuesta banda de secuestradores y a pesar de que quisieron denunciar no lo hicieron por temor, pues el líder, un hombre identificado con el sobrenombre de “El Cubano”, ha sido detenido en dos ocasiones y ha sido liberado.
“Los menores son personas que aquí crecieron, con las que convivimos, con las que estuvieron nuestros hijos en la escuela y son ellos los que están atentando contra nosotros. Toda la gente que ha sido lesionada es pura gente honesta que trabaja y se da la cuestión que las personas prefieren huir por la impunidad”, dijo otro de los ciudadanos agraviados.
Lo incongruente, explicó, es que son jovencitos de los 16 a los 23 años, pero que nacieron aquí en el pueblo, entonces es algo que nos llama la atención y las autoridades deben hacer un profundo análisis, lo mismo que los padres de familia, debemos determinar qué errores hemos cometido y cómo vamos a prevenirlos.
Luego advierte.
“Estamos hablando de la comisión de dos homicidios y los pobladores se convirtieron en victimarios, es eso es muy grave y tan grave que tenemos que empezar a trabajar con la ciudad, esto no debe volver a pasar”, planteó.
–Hay personas que dicen que sí va a volver a pasar– se le plantea.
“Sí va a volver a pasar porque si ellos (el gobierno en su conjunto) no hacen nada más, si no actúan, esto va a volver a pasar porque la violencia simplemente ya se salió de control”, afirmó.
Y esta misma afirmación hizo el alcalde Rafael Camarillo, quien está convencido de que el hartazgo de la sociedad es tal que más delincuentes pueden ser castigados por la sociedad civil.
Para los vecinos de Ascensión, el deterioro del tejido social es el verdadero problema, que se agrava por la ineficacia de las autoridades para prevenir la comisión del delito y castigar a los infractores y delincuentes.
Los colonos sabían que los ahora fallecidos participaban en una supuesta banda de secuestradores y a pesar de que quisieron denunciar no lo hicieron por temor, pues el líder, un hombre identificado con el sobrenombre de “El Cubano”, ha sido detenido en dos ocasiones y ha sido liberado.
“Los menores son personas que aquí crecieron, con las que convivimos, con las que estuvieron nuestros hijos en la escuela y son ellos los que están atentando contra nosotros. Toda la gente que ha sido lesionada es pura gente honesta que trabaja y se da la cuestión que las personas prefieren huir por la impunidad”, dijo otro de los ciudadanos agraviados.
Lo incongruente, explicó, es que son jovencitos de los 16 a los 23 años, pero que nacieron aquí en el pueblo, entonces es algo que nos llama la atención y las autoridades deben hacer un profundo análisis, lo mismo que los padres de familia, debemos determinar qué errores hemos cometido y cómo vamos a prevenirlos.
Luego advierte.
“Estamos hablando de la comisión de dos homicidios y los pobladores se convirtieron en victimarios, es eso es muy grave y tan grave que tenemos que empezar a trabajar con la ciudad, esto no debe volver a pasar”, planteó.
–Hay personas que dicen que sí va a volver a pasar– se le plantea.
“Sí va a volver a pasar porque si ellos (el gobierno en su conjunto) no hacen nada más, si no actúan, esto va a volver a pasar porque la violencia simplemente ya se salió de control”, afirmó.
Y esta misma afirmación hizo el alcalde Rafael Camarillo, quien está convencido de que el hartazgo de la sociedad es tal que más delincuentes pueden ser castigados por la sociedad civil.
Luz del Carmen Sosa
El Diario
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