La oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de Derechos Humanos en la RDC señaló en un informe preliminar que 303 personas fueron violadas en forma sucesiva por varios atacantes, miembros de tres grupos armados, entre finales de julio y principios de agosto.AP.La Alta Comisionada de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, Navi Pillay, afirmó hoy que 'la maldad de las violaciones masivas en la República Democrática del Congo (RDC) desafía lo imaginable'. |
La oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de Derechos Humanos en la RDC señaló en un informe preliminar que 303 personas fueron violadas en forma sucesiva por varios atacantes, miembros de tres grupos armados, entre finales de julio y principios de agosto.
'En el momento de la investigación se confirmó la violación de 303 personas, incluyendo 203 mujeres, 52 niñas, 13 hombres y tres niños, pero se espera que la cifra de víctimas sea mayor con el reporte final', dijo el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH), Rupert Colville.
Según el reporte, los ataques que tuvieron lugar durante cuatro días fueron orquestados por unos 200 hombres pertenecientes a tres grupos armados, los Mai Mai, Las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR) y miembros del grupo de Emmanuel Nsengiyumva.
Este último grupo es desertor del Ejército que también estuvo involucrado en el pasado con el grupo rebelde Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), indicó Colville en rueda de prensa.
Los agresores, con rifles AK-47, granadas y machetes, fingieron haber llegado a la zona para ofrecer mayor protección a los civiles, antes de lanzar sus ataques en grupos pequeños, describió.
"Incluso en la parte oriental del país, donde la violación ha sido un problema permanente y masiva de los últimos 15 años, este incidente se destaca por la extraordinaria sangre fría y sistemática en la que parece haber sido planeado y ejecutado", valoró Pillay.
De acuerdo al informe, los rebeldes cortaron los caminos y tomaron control del único lugar del que se pueden efectuar llamadas telefónicas en el área, para prevenir a los habitantes de lanzar la alerta.
Mientras un grupo armado estaba en una aldea cometiendo violaciones y saqueos, los otros estaban en la selva organizando emboscadas para atrapar a los que trataban de huir y también violaron o fueron tomados para realizar trabajos forzados, abundó el informe.
En el informe se exponen antecedentes del ataque, incluyendo la historia de los tres grupos en esta zona y la relación entre su presencia y los esfuerzos para controlar y explotar minerales de la zona.
La explotación de minerales en esta parte del país está controlada por estos grupos y carece de regulación.
Destacó que desde una operación del gobierno militar en 2009, el área se ha vuelto especialmente inestable con el FDLR, en particular las represalias sistemáticas contra la población civil local a los que consideran pro-gubernamentales.
Tanto líderes locales y víctimas entrevistados dijeron al equipo de investigación que creían que el motivo principal de los ataques fue para castigar y someter a la población local.
El informe destacó asimismo graves deficiencias en la preparación y respuesta de los destacamentos locales del Ejército congoleño (FARDC) y la policía estacionada en la zona.
Pillay ofreció su apoyo a las autoridades congoleñas 'para ayudar en los esfuerzos para llevar a cabo las investigaciones y llevar a los presuntos autores de estos crímenes atroces a la justicia".
"Estoy plenamente consciente de las enormes dificultades que esto implica, pero tenemos que hacerlo mejor. La impunidad de la violación en el pasado, y ahora, simplemente alimentará más la violación en el futuro', concluyó.
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