Un tribunal militar israelí ha declarado culpables a dos soldados israelíes por haber empleado a un niño palestino de 11 años como escudo humano para registrar varias bolsas que sospechaban que podían contener bombas-trampa.
El incidente ocurrió en enero de 2009, durante la operación Plomo Fundido, la ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza en la que murieron 1.400 palestinos y 13 israelíes. Los militares, pertenecientes a la Brigada Givati, ordenaron al menor que abriera las bolsas durante un registro en el sur del enclave palestino, recoge el diario israelí ‘Haaretz’.
Entre los delitos tipificados de los que han sido declarados culpables son conducta inapropiada y abuso de autoridad. Se trata de la primera condena contra la práctica del “procedimiento del vecino”, denominación empleada por el Ejército israelí para el empleo de escudos humanos durante registros y persecuciones, una táctica expresamente prohibida.
La investigación del incidente comenzó en julio, después de que se presentara el caso en un informe de la ONU. Sólo entonces la Policía Militar israelí comenzó las pesquisas.
También denunció lo ocurrido la sección israelí de la ONG internacional Defense for Children (Defensa de Niñas y Niños Internacional).
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