México.- El plantón de la familia Reyes en las puertas del Senado de la República, atrae la presencia del gobernador de Chihuahua
La presencia del Gobernador del Estado, César Duarte Jáquez, frente a la Cámara de Senadores en la Ciudad de México para acompañar a la familia Reyes Salazar ha generado críticas entre la población juarense. La protesta realizada por Sara Salazar, madre de la activista asesinada Josefina Reyes, se debe al secuestro de María Magdalena y Elías Reyes, y Luisa Ornelas, el pasado 7 de febrero de este año en Ciudad Juárez. Sin embargo, pese a las diferentes manifestaciones en su ciudad de origen para exigir la liberación de sus familiares, no había recibido ni la atención de las autoridades locales ni la atención de los medios de comunicación nacionales.
La visita del alto funcionario estatal ahora se interpreta como oportunismo mediático, ya que en Ciudad Juárez, desde que Sara Salazar, madre de dos de los secuestrados, se pusiera en huelga de hambre junto con su hija Marisela y Claudia frente a las instalaciones de la Procuraduría General de la República, el funcionario nunca llegó a presentarse para brindarles algún apoyo en la investigación.
Olga Reyes, así lo denunció el pasado 18 de febrero, día en que su hermana Claudia fue llevada al hospital debido a la deshidratación que sufre por la huelga de hambre. Olga afirma en entrevista que vieron al gobernador pasar por detrás del campamento en su auto, pero sin ninguna intención de llegar a hablar con los huelguistas.
Para Zazaoth Hernández, activista chihuahuense de derechos humanos en las redes sociales, "lo que está haciendo el gobernador Duarte en la Ciudad de México, de entrevistarse con los Reyes Salazar son actos meramente mediáticos". Señaló en un comentario en la red que "ni el fiscal ni el gobernador del Estado, aún estando ahí en la ciudad, se comidieron a salir y a hablar con los huelguistas".
Hernández, quien estuvo en el campamento en Ciudad Juárez para apoyar a la familia Reyes, recordó para las redes sociales, que "lo mismo había hecho Duarte en el caso de Marisela Escobedo, cuando se robaron las veladoras afuera del Palacio de gobierno de la ciudad de Chihuahua".
La realidad era que los trabajadores de limpieza las habían retirado y echado a los botes de basura del palacio de gobierno, sin que importara la memoria de una mujer que fue asesinada por exigir justicia para su hija que también fue asesinada. "Pero el gobernador, ante los medios de comunicación decía otras cosas", añadió Zazaoth Hernández. Concluye el comentario diciendo que todo es mediático para las autoridades, "y que probablemente saben en dónde se encuentran secuestradas estas personas, y saben probablemente incluso las razones de los secuestros y los asesinatos de la familia Reyes Salazar" .
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