El presidente Luiz Lula da Silva afirmó hoy que Brasil no debe temerle al crecimiento económico de los países de la región, ya que tiene la responsabilidad de ayudar a sus vecinos latinoamericanos por ser la mayor economía del área.
"Brasil no será rico si sus vecinos son pobres. Brasil será rico con vecinos ricos. Nadie debe tener miedo de observar cómo crecen sus socios, porque el crecimiento será bueno también para nosotros", dijo Lula, tras participar de un seminario de negocios con el presidente de El Salvador, Mauricio Funes.
Ante una platea de empresarios salvadoreños y brasileños, en la sede de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), Lula defendió las política de estímulo a las economías latinoamericanas por parte de Brasil para equiparar las balanzas comerciales, casi todas favorables a Brasil.
Lula dijo que "de los 295 millones de dólares de intercambio comercial con El Salvador en 2009, 290 fueron ventas brasileñas y apenas cinco millones de dólares lo importado desde el país centroamericano".
Y puso como ejemplo a Paraguay, donde Brasil financiará una línea de transmisión hacia Asunción en el marco de los acuerdos por la represa hidroeléctrica binacional e Itaipú.
El mandatario dijo que espera que El Salvador pueda fabricar el etanol con caña de azúcar para exportarlo al mercado estadounidense, que consume el realizado a partir de maíz.
"Los que comen maíz son los pollos", dijo Lula, cuyo país es el principal productor de alcohol combustible a partir de la caña de azúcar. "El más grande, como China, Estados Unidos, y Brasil, es como una familia: los más grandes en las familias tienen más responsabilidades que los más pequeños", comparó Lula.
El presidente de El Salvador, en tanto, casado con Wanda Pignato, brasileña, representante del Partido de los Trabajadores (PT) en América Central, dijo que "busca espejarse en el gobierno de Lula para llevar crecimiento e inversiones a su país".
Funes, elegido por fuerzas de izquierda, dijo que "intenta llevar la imagen de Lula para llevar confianza a los empresarios locales para realizar inversiones. No queremos el imperio del neoliberalismo ni tampoco el estado intervencionista, sino un equilibrio".
Funes dijo que "Lula cuando asumió, en 2003, no era visto con confianza por gran parte del empresariado, al igual que él desde que ganó la elección el año pasado, tras dos décadas de gobiernos de derechas".
"Lula se encargó de desmontar preconceptos para fortalecer el crecimiento al mercado interno, política empresarial exitosa y creación de una nueva clase media", dijo.
Lula y Funes coincidieron en destacar que el ex sindicalista fue el primer presidente brasileño en visitar a todos los países centroamericanos.
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