El autor de Los supermachos, y de otros 110 títulos más, durante la entrevista Foto Jesús Villaseca |
La noticia más reciente del moneroEduardo del Río Rius es que cuenta ya con una Casa de citas, título del más nuevo de sus libros, en el cual rebasa las mil 200 frases célebres, aforismos, reflexiones, pensamientos, refranes y máximas acuñados por connotados personajes de diversos ámbitos a lo largo de la historia de la humanidad.
Publicado por Planeta, en este volumen el maestro mantiene esa fina y chacotera mixtura entre el humor, la sabiduría y la crítica tan característica en su variada y prolífica bibliografía, que es mayor al centenar de títulos, además de la finura y la agudeza en el trazo de sus ilustraciones.
Si bien las temáticas que pueden encontrarse en esta obra son de mole, dulce y manteca, el factor que privilegió el compilador para su selección fue el humor. Es decir, explica:
que en las citas se digan cosas muy serias, pero con humor.
Todas esas frases fueron acumuladas y publicadas de manera parcial por Rius, a lo largo de poco más de cuatro años, en una sección de la revista El Chamuco. La idea de congregarlas en un libro le vino al recordar otro título de su autoría: Herejes, ateos y malpensados,también de citas, pero sólo de contenido antirreligioso y anticlerical.
“Pensando en ese libro, tenía la necesidad de hacer una sección en la revista El Chamuco que no fuera de humor político; ya estaba hasta la madre de ocuparme de los políticos, y se me ocurrió hacer la Casa de citas, con apariciones fugaces y alabastrinas de gente que, por lo general, ha sido de mis respetos: filósofos, escritores, poetas, músicos, humoristas.”
Así se dedicó a coleccionar y compartir reflexiones, frases y pensamientos de personajes como Nietszche, Woody Allen, Groucho Marx, Oscar Wilde, José Saramago, Benjamin Franklin, Goethe, Samuel Becket, Sigmund Freud, Tito Monterroso, Janis Joplin y Jorge Luis Borges, entre muchos otros, además de incluir algunas de su cosecha.
Para Rius, este tipo de citas representan
una especie de capsulitas de un producto que está superconcentrado; son verdaderas joyas del pensamiento. Detrás de cada una hay un mundo de sabiduría, de conocimiento de la vida y de las debilidades y las virtudes del ser humano.
En entrevista, el autor de Los supermachos reitera su convicción de que el humorismo es una rama menospreciada de la filosofía: “Los grandes filósofos son muy serios; a veces cuesta trabajo entender todo lo que exponen o dicen. En cambio, el humor es lo que hace reír a la gente, y eso le da mucha envidia a los filósofos, similar a lo que ocurre con los pintores hacia los caricaturistas.
El humorismo, a mi modo de ver, consiste, en buena parte, en burlarse de la gente, de los defectos de la sociedad, la metida de pata de los gobernantes. Por ejemplo, los caricaturistas tenemos el privilegio de poder burlarnos casi impunemente del Papa para abajo y para arriba; igual hacemos chistes sobre Dios y el Espíritu Santo o las vírgenes que sobre los presidentes de la República, que además cada vez dan más material.
–Detrás del humorismo hay casi siempre una sonrisa amarga, acaso hasta cruel.
–Cierto, los humoristas tenemos fama de ser muy pesimistas, porque nuestro trabajo no se basa en la ilusión ni en la esperanza, sino en la realidad, y ésta es muy cabrona, dura. Nos nutrimos de eso, no de una cosa abstracta, sino de lo que está ocurriendo; la vida es terrible. Además, es una forma de ver la vida. Siempre es mucho más agradable vivirla de buen humor que amargado o estar todo el tiempo renegando.
–¿Concibió Casa de citas con un fin didáctico, como ha hecho con otros libros?
–No puedo negar que ése es ya un camino. Cuando se lee este libro, y se reflexiona, es indiscutible que hay una enseñanza. Muchos van a aprender algo de la vida al leerlo, más que asistiendo a pláticas de filósofos.
Hay citas que con unas cuantas palabras describen perfectamente la situación del país; por ejemplo, la que dice que nada más inútil en la vida que la próstata y los presidentes.
–¿Se le ha ocurrido que podría hacer también un libro de citas con frases de personajes de la política mexicana actual?
–Lo he pensado, pero irremediablemente tendría que fusilarme a (Carlos) Monsiváis, porque él se dedicó, en su añorada columna Por mi madre bohemios, a exhibir a todos estos imbéciles que dizque nos gobiernan y todas sus metidas de pata.
Decidido a bajar el ritmo
Eduardo del Río, Rius, confiesa que ha decidido bajar el ritmo a su trabajo, pues a sus 77 años ya está un tanto cansado. Incluso, asegura que debe
defendersede los editores que le proponen que siga haciendo libros.
“Ya he hecho tantos –111, con el más reciente– que no hay tema que me interese que no haya ya tratado. Quiero dedicarme más a pintar, pero sobre todo a leer; tengo una fila de más de 300 libros en espera, ojalá que me alcance la vida.”
Lo que asume como motivo ineludible para hacer otro libro es el posible regreso del PRI a Los Pinos: “Es un tema que me está haciendo ojitos. Si el PRI retoma el poder, este país de plano ya no tiene remedio; quiere decir que el pueblo ya olvidó lo que hizo ese partido: sumir al país en la corrupción y en la ineptitud.
Qué bueno que la gente ya se desilusionó del PAN, pero es terrible que piense que la solución del país está en manos del PRI; sin duda es producto de la ignorancia, de 50 años, por lo menos, en los que la mayoría del pueblo sólo tiene la información proporcionada por Televisa o Televisión Azteca.
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