El mundo de amor de Sempra y su novela negra (IV)

(Parte 4.Una empresa limpia que contamina...) "Decías que no y hasta la trompita alzabas", comenta Mario Quintero en la canción Mundo de Amor de Los Tucanes de Tijuana. Esa frase se les puede repetir al oído a funcionarios y exfuncionarios de gobierno que han conocido del caso Sempra Energy. El coqueteo de la transnacional ha despertado denuncias de corrupción y tráfico de influencias, primero negadas, pero conforme declaraciones y documentos oficiales, que han salido a relucir con el paso del tiempo, hacen que las acusaciones no caigan del todo al vacío.

El guión creado por Sempra Energy era para una historia de amor del libre mercado, pero a nivel de las autoridades municipal y estatal se ha convertido en una novela negra, donde la trama ha tenido espionaje, corrupción policiaca y mucho dinero de por medio.

La historia de la novela negra inicia en 2001, en un ambiente de humo de cigarros y tazas de café de un Sanborn's de Tijuana, donde se reunieron un particular, Enrique Sánchez Ritchie, y un representante de la transnacional, Francisco Molina Robles.

El encuentro era para negociar la venta de un terreno en la zona Costa Azul, a 78 kilómetros al Sur de Tijuana, donde entonces Sempra Energy proyectaba construir su planta de gas natural licuado.

Luego de consumir varias tazas de café, los protagonistas no llegaron a ningún acuerdo económico. Entonces inicia el conflicto.

En la vida real, actualmente el particular y la transnacional mantienen un juicio legal por la propiedad de un terreno en la zona de Costa Azul, en el municipio de Tijuana. En el litigio, difundido amplia y comercialmente en los medios de comunicación, el particular, Sánchez Ricthie, acusa a Sempra Energy de quererlo despojar del terreno que le pertenece desde la década de los 80's.

El ofendido dice que la transnacional, para quitarle la propiedad, realizó una compra fraudulenta con una supuesta propietaria del terreno. Sempra Energy lo niega y expone que el particular sólo quiere dinero de la transnacional. Pero el polémico litigio continúa, y lo importante es ha dado argumentos para el capítulo de espionaje de la novela negra.

En las acusaciones contra Sempra Energy se señala que contrató a un excomandante de la Policía Ministerial en Tijuana para que siguiera y fotografiara a abogados y familiares de Sánchez Ritchie. Agrega que acordó con funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el exgobernador de Baja California, Eugenio Elorduy, y el exsecretario de Gobierno del Estado, Bernardo Martínez Aguirre, la detención ilegal de Sánchez Ritchie, acusado por despojo.

Entonces, el héroe irrumpe en abril de 2008, cuando aparece el polémico general Sergio Aponte Polito, que cimbró a la comunidad bajacaliforniana durante su presencia como comandante de la II Región Militar del 2007 al 2008, ya que además de enfrentar al crimen organizado también acusó de corruptos a funcionarios públicos.

El exsecretario de Gobierno, Bernardo Martínez.

En una de sus señalamientos, a través de una carta publicada en periódicos locales y nacionales, retomó el caso de la detención de Sánchez Ritchie y dijo que era una prueba más de la corrupción que había en la PGJE. Esa y otras acusaciones fueron motivo para que el Sergio Aponte le fuera asignado otro cargo dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Las acusaciones mutuas no han cesado y a finales de 2009, se manejó el nombre de Erika Elorduy, hija del exgobernador del Estado, Eugenio Elorduy Walther, y se conoció que trabajó con la transnacional californiana.

Con información del expediente del juicio, el legislador federal del PRD, José Narro Céspedes, presentó un punto de acuerdo en la Cámara de Diputados para investigar al exmandatario de Baja California por tráfico de influencias en la entrega de permisos a la transnacional.

El diputado respaldó la versión de Sánchez Ritchie y presentó una copia del Registro Público de la Propiedad y de Comercio donde la hija del exgobernador panista aparece como apoderada de una de las subsidiarias de Sempra Energy.

El gobernador, su hija y funcionarios

"Su servidor no tiene cola que le pisen... y si tuviera ya me la hubieran pisado, pero con los pelos de la burra en la mano, no con infundios, ni con mentiras", respondió a las acusaciones el ex gobernador Eugenio Elorduy Walther, en una entrevista publicada por Frontera el 26 de octubre de 2009.

"Por lo que se refiere a mi hija, las alusiones a Erika, mi hija, y a su servidor, es totalmente falso, absoluta y totalmente falso", añadió.

La acusación de Narro Céspedes estaba basada en las actividades de la hija del exmandatario panista, quien trabajo para las empresas DGN Servicios de S de R.L. de C.V y Próxima Gas, S.A de C.V, que fueron propiedad de las familias Luken Garza y Bours Castelo.

"Desconozco si existe la empresa, lo que sí estoy seguro es que ella no es propietaria de la empresa a la que se alude", agregó Eugenio Elorduy.

Pero quien si conoce de las empresas es el Registro Público de la Propiedad y de Comercio del Estado, en Mexicali, que a través de las partidas 5152907 y 5116060, detalla que Erika Elorduy fue apoderada de DGN Servicios y Próxima Gas desde 1996, cuando las dos compañías ya compartían acciones con Sempra Energy.

Tal vez el tiempo transcurrido y las experiencias políticas que ha tenido le hicieron olvidar a Elorduy Walther que en los inicios de operación de Próxima Gas y DGN Servicios, 1996, quien era el presidente municipal de Mexicali y responsable de autorizar algunos permisos de uso de suelo era él mismo.

El 20 de agosto de 1997, como alclade de Mexicali, Elorduy Walther estuvo en la inauguración oficial del arranque de operaciones de Distribuidora de Gas Natural de Mexicali, S. de R.L. de C.V., acto que encabezaron el presidente de la República, Ernesto Zedillo, y el gobernador Héctor Terán.

Pero la polémica ocasionada por el punto de acuerdo del diputado perredista también sirvió para conocer que otro allegado de Elorduy Walther ha trabajado para la transnacional, se trata de Bernardo Martínez Aguirre, quien fue secretario de Gobierno durante su administración.

Javier Castañeda en un mitín con el candidato a la presidencia Vicente Fox y el coordinador de los Amigos de Fox en BC Ernesto Ruffo.

En una revelación -se utiliza esa palabra por el extraordinario hecho de decir la verdad en temas políticos-empresariales-, Ricardo Moreno, encargado de Relaciones Públicas de Sempra Energy en México, aceptó que Martínez Aguirre es asesor de la transnacional.

En entrevista con La Crónica de Mexicali, del 28 de octubre de 2009, Moreno manifestó que Martínez Aguirre era abogado externo, ya que la empresa tiene varios despachos contratados.

Pero Martínez Aguirre no es el único del gabinete del exgobernador Elorduy Walther que ha tenido una relación con la transnacional californiana, también está el caso de Javier Castañeda Pomposo.

Castañeda Pomposo fue consultor jurídico de Sempra Energy de 1998 a 2000, cargo que tuvo que dejar cuando fue electo diputado federal por el Partido Acción Nacional (PAN). En 2003, Javier Castañeda regresa a Baja California y vuelve a trabajar para la transnacional.

Sin embargo su trabajo como asesor de Sempra Energy lo vuelve a dejar para integrarse al gabinete del gobernador Eugenio Elorduy como Secretario de Desarrollo Social en el Estado.

Sempra Energy desde temprana edad en México coqueteó con personajes muy cercanos al poder político para construir su historia de éxito. Sin embargo, la multinacional no sólo tenía que conquistar a políticos y funcionarios públicos, sino también a los diferentes actores sociales y a la ciudadanía.

La estrategia de Sempra Energy fue seducir a hombres que sirvieron como cabilderos, y que construyeron la imagen de una empresa protectora del medio ambiente y motor del desarrollo económico en el Estado. Uno de sus principales promotores será Jeffrey Davidow, ahora desde su cargo de presidente del Instituto de las Américas.