(Parte 3.Una empresa limpia que contamina...).-Tras el brindis con el presidente Ernesto Zedillo, los ductos de gas natural de Sempra Energy comenzaron a expandirse, como raíces, por toda la península de Baja California. Pronto nacieron las primeras plantas, que dieron jugosos frutos codiciados por empresarios y amigos de funcionarios públicos.
En 2003, los cachanillas vieron nacer la primera planta de la multinacional en México, se trata de la termoeléctrica ubicada en la colonia Progreso, del municipio de Mexicali.
Un año después, en las costas del Pacífico de la península surgía de entre la tierra una nueva obra de la transnacional. En el área conocida como Costa Azul, a 78 kilómetros al Sur de Tijuana, Sempra Energy construía una planta de almacenamiento de gas natural licuado, que fue inaugurada en 2008.
Pero el crecimiento de la transnacional continúa, actualmente proyecta un parque eólico en Sierra Juárez, cuya primera etapa consiste en la construcción de 52 aerogeneradores de energía.
Las inversiones de Sempra Energy en México principalmente están destinadas para la generación y exportación de energía al vecino estado de California, Estados Unidos, sin embargo el país también le ha representado ganancias millonarias.
En una década, la transnacional ha obtenido dos contratos multimillonarios con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), estimados en al menos 20 mil millones de pesos, para el suministro de gas natural a las plantas generadoras de electricidad en el Estado.
El primer contrato lo ganó el 17 de septiembre de 1998, a través de la subsidiaria Transportadora de Gas Natural de Baja California S. de R. L de C.V. La transacción era por el periodo del 2000 al 2009 y tan solo en un año le daba la posibilidad de obtener hasta 2 mil millones de pesos.
Antes de concluir ese acuerdo económico, Sempra Energy obtuvo otro contrato con la paraestatal, con vigencia del 2008 al 2022, por 1.4 mil millones de dólares (16 mil 800 millones de pesos), también para el suministro de gas natural para las plantas generadoras de electricidad.
Los jardineros fieles
La transnacional ha invertido en México más de mil 200 millones de dólares, por eso requiere de jardineros-políticos que cuiden del crecimiento de la "planta" para que cuando dé algunos frutos, todos salagan beneficiados.
Uno de los funcionarios públicos que ha sido pieza clave en la consolidación de Sempra Energy en el país es Dionisio Pérez-Jácome Friscione, actual subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Dionisio Pérez-Jácome fue presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) durante la administración del presidente Vicente Fox, y por su escritorio pasaron las solicitudes de permisos de Sempra Energy para la construcción de gasoductos, una termoeléctrica y una planta de gas natural.
Todas las peticiones fueron aprobadas, y es que Pérez-Jacome ha sido promotor en abrir el sector energético a la inversión privada. Antes de ser presidente de la Comisión Reguladora de Energía, fue jefe de la Unidad de Promoción de Inversiones de la Secretaría de Energía (SE), durante la administración de Ernesto Zedillo (1994-2000).
En su cargo en la SE, Pérez-Jácome era responsable de diseñar esquemas para fomentar la participación privada en el sector de energía, así como servir de enlace entre inversionistas privados y las diferentes entidades del sector público.
Dionisio Pérez-Jácome fue jefe de la Unidad de Inversión cuando el titular de la Secretaría de Energía era Luis Téllez Kuenzler (1997-2000), un personaje que con el tiempo estaría muy allegado a la empresa Sempra Energy.
En junio de 2006, el actual presidente de la Bolsa Mexicana de Valores se integró al consejo consultivo de la transnacional, donde permanecería sólo por cinco meses.
Téllez Kuenzler se separó de Sempra Energy porque fue convocado por el presidente Felipe Calderón Hinojosa para que a partir del 1 de diciembre de 2006 ocupara la titularidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), donde permaneció hasta 2009.
Sin embargo, Luis Téllez participó en la cosecha de los frutos generados por la transnacional en suelo mexicano. Por el tiempo que fue consejero cobró 63 mil 166 dólares (757 mil 992 pesos), de acuerdo a un informe anual de la empresa.
Pero el crecimiento de Sempra Energy no sólo depende de funcionarios vinculados con el sector energético. Otro de los permisos fundamentales para operar en México es el del medio ambiente, otorgado por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Aquí, quien dijo presente para estar en la recolección de los jugosos frutos fue José Antonio Ortega Rivero, director de Especialistas Ambientales S.A. de C.V., la compañía consentida de Sempra Energy durante el sexenio 2000-2006.
La empresa Especialistas Ambientales S.A. de C.V. fue la que realizó manifiestos de impacto ambiental para ampliaciones de gasoductos y la planta de gas natural de la transnacional en Baja California.
Los proyectos fueron autorizados, una de las explicaciones, señaló en 2003 la diputada federal del Partido Verde, Olga Patricia Chozas y Chozas, es que la compañía Especialistas Ambientales S.A. de C.V. fue creada por el entonces secretario de Semarnat y su coordinador de Asesores, Víctor Lichtinger y Rodolfo Lacy Tamayo, respectivamente.
Y la diputada ecologista no faltaba a la verdad, en el portal de la empresa, Ortega Rivero presume quiénes son los integrantes del staff y que los dos ex funcionarios federales fueron socios fundadores.
Pero el caso de socios beneficiados de funcionarios públicos no es el único.
La cosecha de contratos nunca se acaba
En 2005, para el periódico Frontera de Tijuana, tuve una entrevista con el exgobernador del Estado, Ernesto Ruffo Appel. El primer mandatario estatal panista tenía dos años de haber dejado el cargo de Comisionado para Asuntos de la Frontera Norte, que le dio a principios de su administración el presidente Vicente Fox.
La entrevista fue sobre las empresas que buscaban instalarse en el Estado, como Chevron, Shell y Sempra Energy, y las gestiones que hicieron para definir los sitios adecuados para construir las plantas.
Con su sinceridad y tono norteño característico, agregó que ya como consultor privado asesoraba a tres empresas del Medio Oriente que pretendían establecer plantas de gas natural licuado al sur del municipio de Ensenada.
Conforme ha pasado el tiempo, los proyectos a los que se refería Ruffo Appel no prosperaron, lo que sí prosperaron fueron las riquezas de algunos de sus socios que han tenido contacto con Sempra Energy.
La partida 5146492, con fecha de inscripción del 23 de enero de 2006 del Registro Público de la Propiedad y de Comercio del Estado (RPPC), en Ensenada, detalla que el exgobernador es socio de los empresarios Roberto Curiel Ortega y Roberto Curiel Amaya, en la compañía Puerto Colonet Infraestructura S.A. de C.V.
La empresa fue creada para beneficiarse con unos de los proyectos más importantes de infraestructura portuaria de la administración de Felipe Calderón, pero que fracasó a consecuencia de la recesión económica en Estados Unidos.
Sin embargo, lo que sí representó un fruto jugoso para los socios de Ruffo fue la planta de gas natural de Sempra Energy. La empresa Amaya Curiel y Compañía S.A. de C.V. fabricó las estructuras de concreto para un rompeolas para la terminal de gas natural licuado, cuya inversión total fue de 170 millones de dólares.
Pero si la suerte no acompaña del todo a Ernesto Ruffo en los negocios, lo mismo no ocurre con sus socios, o tal vez el mundo empresarial en Baja California es muy pequeño. El caso es que otro empresario que comparte acciones con el exmandatario panista también resultó beneficiado con algunos millones de pesos por parte de la transnacional californiana.
La partida 51503, con fecha de inscripción del 20 de abril de 2006 del Registro Público, detalla que Ruffo Appel es socio de Juan Manuel Chávez García en la empresa Opción Integral Baja Aeropuerto S. de R.L. de C.V., que es para desarrollar un aeropuerto en el municipio de Ensenada.
Juan Manuel Chávez también llegó a la colecta de los frutos de Sempra Energy. La partida 5191354, con fecha de inscripción del 7 de agosto de 2008, informa que la transnacional le compró un predio en la zona de Costa Azul por 80 millones de pesos.
Parafraseando la canción cumbianchera que hizo famosa Mike Laure: "La cosecha de contratos nunca se acaba". A ese son algunos funcionarios y sus socios han bailado de manera muy animada.
Sin embargo, la relación pacífica y discreta que se ha mantenido entre Sempra Energy con funcionarios de primer nivel o sus socios, se rompe cuando llega a niveles estatales y municipales. En estas esferas gubernamentales, el mundo de amor de la transnacional se convierte en novela negra.
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