El juicio de la historia

El título que doy a mi artículo suena repetitivo y anquilosado. Acabamos de tener elecciones, el Partido Revolucionario Institucional se llevó la tajada más grande del pastel. El PRI no cambia ni lo hará, su ambición de poder data de muchas décadas, alimenta a su rémora, el Partido Verde, al que consuela con uno que otro puesto. El PVEM nunca se ha sabido que haya funcionado como tal. Todos sabemos que los partidos políticos reciben jugosas tajadas por engañar al pueblo. Estamos hartos en cada votación de las mutuas acusaciones de fraude, estamos hartos de mantener parásitos como los plurinominales, los locales, los 160 senadores y demás arrimados a las cámaras que esgrimen la democracia cimarrona que padecemos y de la que ignoran su origen. Ahora se tiene la amenaza del narco que con su enorme poder económico puede intervenir en la política. Habría sido mucho pedir cuando Vicente Fox llegó a Los Pinos, tenía 82% de capital político, pudo debilitar al PRI, pero lo invadió el pánico, no tenía cuadro para gobernar y se unió a ese PRI que, ni tardo ni perezoso, tendió sus redes en las que mansamente cayó Vicente Fox que no tiene un ápice de estadista.




Se ha llegado a situaciones que creímos superadas, me refiero al crimen del virtual gobernador de Tamaulipas y sus colaboradores, la cual es una tragedia. Los que pudieron evitarlo no lo hicieron, ahora de lo que se trata es culpar a otros intentando eludir la responsabilidad, tanto el gobierno federal como priístas que simplemente declaran que el asesinato fue cometido por el crimen organizado. La pregunta que queda es: ¿Habrá en el futuro otro cadáver de mayor o menor jerarquía? ¿A quién le adjudicarían el crimen?



Los políticos se justifican desechando hipótesis incómodas que puedan conducir a la porquería, porque para ellos es mejor que los buenos ciudadanos no sepan que existe. Esta muerte nos duele a los mexicanos de bien. Preguntémonos si al Presidente o a un gobernador les mataran un candidato que puede ser electo, ¿no sería la peor falla? Hay muchas expresiones de luto por el doctor Torre Cantú y sus acompañantes, pero nula información de las pesquisas. Según los políticos, a los ciudadanos éstas no importan, se apoyan en la frase de que los mexicanos tenemos buena memoria para olvidar. No quepa duda, el próximo cadáver será de mayor jerarquía que el doctor Torre Cantú, que en paz descanse.







Ingeniero en Aeronáutica