Ciudad de México._En una entrevista exclusiva, el secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza, rechazó que el sindicato haya sido un lastre que frenó la modernización del sistema eléctrico en el centro del país, como se ha dicho por el gobierno federal y sectores empresariales.
Señaló que los trabajadores del SME son más productivos que los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, pues, dijo que, estos ya no generan la mayoría de la energía del país, sino que son empresas privadas las que lo hacen.
En cambio, explicó, que el SME operaba el sistema eléctrico más complejo del país, que es la zona conurbada de la Ciudad de México, que no han pido operar de manera eficiente los trabajadores de la CFE, como lo demuestran los frecuentes apagones que se han producido, además de que se han quemado subestaciones, interruptores, restauradores…llevan más de 26 electrocutados en 10 meses…tenemos pruebas de las pérdidas millonarias que se ha producido en la zona central del país” desde entonces, afirmó Esparza.
Además, “puedo decir que no hay ninguna región de la CFE que consuma más electricidad que nuestra zona”.
Entrevistado en el Congreso Internacional de la International Transport Federation, que se realizó en la ciudad de México, Esparza dijo que el problema real que vive el SME se deriva de una “política equivocada de un régimen autoritario” que “no respeta los derechos humanos ni los derechos de los trabajadores”.
Sostuvo que el gobierno federal se “entrometió” en la vida interna de la organización sindical y después “negó la famosa Toma de Nota”, que es una forma de “control de los sindicatos por parte del gobierno”.
Explicó que en realidad se busca “acabar con las conquistas históricas” de los sindicatos y avanzar en la privatización del sector eléctrico, a lo que el sindicato se opone, porque la empresa Luz y Fuerza del Centro fue creada por mandato constitucional del Congreso de la Unión.
Agregó que cuando el SME solicitó los estudios que supuestamente demostraban la “que la empresa ya no era rentable”, el gobierno se negó a dar a conocer “el famoso diagnóstico”.
El problema, aseguro Esparza, es que a la empresa no le invierten.
Asimismo, aclaró que el sindicato no administra la empresa, sino que esto lo hacía una Junta de Gobierno que preside la secretaria de energía, Georgina Kessel, y que integran también otros secretarios del gabinete del gobierno federal, que determinaba las acciones a seguir.
Esparza afirmó que la liquidación de Luz y Fuerza fue una decisión política del gobierno federal, de acuerdo a las recomendaciones del Banco Mundial y, se hizo de esa forma, dijo, por “todos los candados que le metió (el entonces presidente) Adolfo López Mateos para evitar que energía eléctrica se entregue a los privados”.
Por Héctor Apolinar, especial para Ullrich México y Vanguardia Informativa
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